Tras casi dos años en los que el mundo ha vivido los embates de la pandemia de COVID-19, el público ha manifestado su ilusión por volver a vibrar con los eventos del medio del entretenimiento tal y como se llevaban a cabo antes de que irrumpiera el virus que ha representado un parteaguas en la historia moderna.
Alfombras rojas, conciertos multitudinarios, premiaciones, desfiles de moda y otros eventos relacionados con el star system viven un momento de regreso “a la normalidad” a medida de que la situación sanitaria va presentando mejorías y vislumbrando panoramas más alentadores.
Ya en 2020 los eventos de este tipo sufrieron su cancelación, o bien, se adaptaron a una combinación entre los formatos virtual y presencial. Fue así como las ceremonias de los premios Oscar de la Academia, los MTV VMA y los mismos premios Emmy se presentaron de forma híbrida ante el mundo.
Y en este año también ya fuimos testigos de cómo se realizaron algunos festivales de cine, como el de Venecia, e incluso la reciente MET Gala, que convocaron a gran cantidad de invitados y nos hicieron volver un poco “a la normalidad” habitual.
En este contexto, la celebración de la entrega número 73 de los premios Emmy, celebrada este 19 de septiembre, ha generado que muchos reflexionen respecto a la implicaciones de una gala de premiación en medio de una pandemia que no acaba. Y una de esas reflexiones fue emitida al aire y en vivo, para sorpresa de todos.
Se trató de la opinión del actor Seth Rogen, quien abrió la gala más importante de la televisión estadounidense con una crítica que, aunque en tono cómico, señaló lo que a su parecer fue un desapego a las medidas de sanidad requeridas para un evento de este tipo.
“Permítanme comenzar diciendo que somos demasiados en esta habitación. ¿Qué estamos haciendo? Dijeron que iba a ser al aire libre y no está siendo así. Nos han mentido. Ahora mismo estamos en una tienda de campaña herméticamente cerrada, y yo no he venido para esto. ¿Por qué hay un techo?”, dijo el cómico y productor canadiense conocido por sus roles de comedia en Superbad, Bad Neighbours y The Interview respecto al espacio reducido y cerrado en el que finalmente se llevó a cabo la gala.
“Es más importante poder usar velas que asegurarnos de no matar a Eugene Levy esta noche, así se ha decidido. He pasado de limpiar mi comida a que Paul Bettany me estornude en la cara”, dijo el actor en su habitual tono cómico. “Así que, ¡es una gran semana! Si alguien va a estornudar en mi cara, Paul, quiero que seas tú” remató el actor de 39 años.
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