Cuando los católicos echan dinero en el plato de la colecta, probablemente pocos esperan que sus donaciones caritativas financien una película biográfica de Elton John, ayuden a construir una autopista en Carolina del Norte, llenen los bolsillos de los parientes del cardenal o acaben vinculados a una empresa ficticia usada por un asesor financiero para comprar propiedades de lujo en el sur de la Florida.
Por KEVIN G. HALL– EL NUEVO HERALD
Un escándalo de malversación de fondos se está desarrollando ahora en un tribunal de la Ciudad del Vaticano, con delitos que supuestamente ocurrieron en Londres y Cerdeña. Y al menos una de las figuras de interés tiene una conexión con Miami.
El banquero italiano Enrico Crasso, mientras trabajaba con el Vaticano en sus inversiones, compró y vendió discretamente al menos dos costosos condominios en el área de Miami usando una compañía registrada en la Florida que apuntaba a compañías fantasma anónimas.
Las transacciones podrían haber permanecido en la oscuridad, solo otras dos ventas de propiedades en el sur de la Florida, las cuales con frecuencia son compradas y vendidas por ciudadanos extranjeros que dependen de abogados locales para cubrir de anonimato las transacciones.
Pero esta empresa de la Florida, HP Finance, tiene una distinción interesante. Es mencionada en una reciente imputación de 488 páginas de los fiscales de la Ciudad del Vaticano que acusa al banquero italiano de fraude agravado. Crasso, a su vez, está vinculado al desprestigiado cardenal Angelo Becciu, destituido por el papa Francisco en 2020 por supuestamente malgastar el dinero recaudado de los fieles para fines benéficos.
Los registros tanto de Crasso como de HP Finance se encuentran en una enorme filtración de 11.9 millones de documentos secretos de entidades extraterritoriales conocida como Pandora Papers. La filtración involucra 2.9 terabytes de información de 14 proveedores de servicios globales en paraísos fiscales.
En conjunto, los documentos permiten echar un vistazo detrás de la cortina que oculta a los verdaderos propietarios de las secretas empresas ficticias extraterritoriales usadas para comprar bienes inmuebles en el área de Miami. El mundo de las sociedades ficticias es un ámbito en el que los poderosos, los corruptos, los delincuentes o simplemente los ricos pueden ocultar la propiedad de costosos inmuebles en lugares como el sur de la Florida y Londres.
Al igual que la ya famosa filtración de los Panama Papers en 2016, los Pandora Papers muestran que Miami sigue siendo un mercado de moda para los inversionistas que buscan volar bajo el radar utilizando empresas fantasma extraterritoriales. Una industria complementaria ha florecido a medida que costosos abogados, asesores fiscales y agentes inmobiliarios especializados atienden a los súper ricos.
Los registros de Crasso se encuentran entre los 132,751 documentos que hacen referencia a Miami en la filtración, que se hizo pública el domingo, cuando más de 150 medios de comunicación colaboradores de todo el mundo, incluido el Miami Herald, empezaron a publicar bajo la égida de International Consortium of Investigative Journalists.
Los Pandora Papers están llenos de secretos sobre el sector inmobiliario de Miami, ya sea que involucren a Julio Iglesias y su enorme cartera de propiedades en el sur de la Florida compradas con empresas fantasma, a lugareños vinculados a figuras de la mafia italiana o a miembros de la élite política mexicana.
Pero pocas conexiones son tan intrigantes como el juicio en el Vaticano que involucra a Crasso y a su interlocutor, el líder eclesiástico de más alto rango que ha sido juzgado en la historia moderna. Becciu está acusado de cinco cargos de malversación, entre otros, en relación con el mismo caso del Vaticano que Crasso.
El juicio de Crasso, quien ahora vive en Suiza, comienza el 5 de octubre. En una larga entrevista, dijo que había invertido las finanzas del Vaticano desde 1993 sin problemas.
Las inversiones aprobadas por el cardenal Becciu, dijo, son las que lo dejaron bajo acusación en la Ciudad del Vaticano y parte del encausamiento en curso del cardenal por un acuerdo que involucra un almacén de la tienda por departamentos Harrods que se iba a convertir en apartamentos en el elegante distrito de Chelsea en Londres.
El papa Francisco destituyó a Becciu en 2020 como parte de una campaña contra las finanzas irregulares del Vaticano, algunas de las cuales procedían de donaciones al Óbolo de San Pedro, un sistema eclesiástico vigente desde 1860 en el que los fieles pueden contribuir directamente a la Santa Sede. Becciu supuestamente canalizó contratos a su familia en Cerdeña e hizo préstamos a sus parientes, cargos que él niega.
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