Las farmaceuticas Pfizer y BioNTech pidieron a los reguladores estadounidense que autorizaran el uso de emergencia de su vacuna contra el coronavirus para niños de 5 a 11 años, una medida que podría ayudar a proteger a más de 28 millones de personas en Estados Unidos.
Las empresas anunciaron este jueves que estaban enviando datos que respaldan el cambio a la Administración de Alimentos y Medicamentos. La agencia ha prometido actuar rápidamente sobre la solicitud y ha programado tentativamente una reunión el 26 de octubre para considerarla.
La aprobación depende no solo de la solidez de los datos de los ensayos clínicos, sino de si pueden demostrar a los reguladores que pueden fabricar adecuadamente una nueva formulación pediátrica.
Janet Woodcock, comisionada de la F.D.A. en funciones, dijo la semana pasada que los niños podrían requerir “una dosis o formulación diferente a la que se usa en una población pediátrica mayor o en adultos”.
La vacuna fabricada por Pfizer y su socio alemán BioNTech ya está disponible para los mayores de 12 años. Pero ahora que los niños han vuelto al colegio en EEUU y que la variante más contagiosa delta está causando un gran aumento de las infecciones pediátricas, muchos padres están esperando ansiosamente las vacunas para sus hijos más pequeños.
Para los niños en edad escolar, Pfizer probó una dosis mucho más baja, un tercio de la cantidad que se administra ahora en cada vacuna. La empresa dijo en septiembre que la vacuna era segura para los niños de 5 a 11 años.
Después de su segunda dosis, los niños de 5 a 11 años desarrollaron niveles de anticuerpos contra el coronavirus tan fuertes como los adolescentes y los adultos jóvenes, dijo entonces doctor Bill Gruber, vicepresidente senior de Pfizer, a The Associated Press.
La dosis para niños también demostró ser segura, con efectos secundarios temporales similares o menores -como dolor en los brazos, fiebre o malestar- a los que experimentan los adolescentes, dijo.
Hasta ahora, muchos países occidentales no han vacunado a niños menores de 12 años, a la espera de que se demuestre cuál es la dosis adecuada y si funciona con seguridad en los más pequeños. Sin embargo, en septiembre Cuba empezó a vacunar a niños de hasta 2 años con sus propias vacunas, y las autoridades chinas han autorizado dos de sus marcas hasta los 3 años.
Aunque los niños corren menos riesgo de enfermar gravemente o morir que los mayores, más de 5 millones de niños en Estados Unidos han dado positivo en la prueba de COVID-19 desde que comenzó la pandemia y al menos 460 han muerto, según la Academia Americana de Pediatría. Los casos en niños han aumentado drásticamente a medida que la variante delta se extendía por el país.
Un segundo fabricante de vacunas de EEUU, Moderna, también está estudiando sus vacunas en niños de edad escolar. Pfizer y Moderna están estudiando también a niños más pequeños, de hasta 6 meses. Los resultados se esperan para finales de año.
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