La región de Bruselas pide a partir de hoy el certificado COVID-19 digital para entrar en bares, restaurantes, discotecas, lugares culturales y deportivos a los mayores de los 16 años, así como en hospitales y residencias de ancianos a partir de los 12 años, mientras que Valonia lo hará a partir del 1 de noviembre.
La obligación de presentar el llamado “Covid Safe Ticket”, que es la versión belga del certificado COVD digital europeo, estará en vigor durante tres meses, hasta el 15 de enero. En general, es imprescindible a partir de los 16 años en los locales de restauración, en establecimientos culturales o festivos, centros deportivos, ferias y congresos que superen un aforo de medio centenar de personas en el interior o 200 en el exterior.
Además, todas las personas mayores de doce años que quieran entrar a un hospital o en una residencia de ancianos también tendrán que mostrar el certificado de vacunación o, como en el resto de casos, una prueba PCR o de antígenos negativa o demostrar que se tienen anticuerpos por haber superado el coronavirus. Sin embargo, no se exigirá en eventos privados, en el transporte público, servicios públicos, tiendas y centros comerciales o en el lugar de trabajo.
Corresponde al operador u organizador del evento comprobar el certificado. Si este documento no está en regla o si un visitante o cliente se niega a someterse a un control de identidad, se podrá denegar el acceso a la persona en cuestión y llamar a la policía si es necesario.
En caso de infracción, las sanciones penales pueden ir de 50 a 500 euros para los visitantes y de 50 a 2.500 euros para los organizadores. En cuanto a las mascarillas, la normativa establece que siguen siendo obligatorias para el personal que trabaja en los establecimientos en los que se exige el certificado COVID para entrar. También se tiene que usar en el hospital y para los pacientes y sus acompañantes.
En general, las mascarillas siguen siendo obligatorias para todos aquellos que no están sujetos a presentar un certificado COVID digital, como los menores de 12 a 16 años o en un evento al aire libre con menos de 200 personas. La medida, que ya se aplica en países vecinos como Francia o Alemania, además de en Italia, estará en vigor durante tres meses, hasta el 15 de enero, pero se puede revisar todos los meses y suspenderse en caso de que se produzca una mejora notable en la situación epidemiológica, vacunal y hospitalaria.
Más allá del 15 de enero, el Parlamento de Bruselas tendrá que aprobar una nueva ordenanza para extenderla. El objetivo de este pase de tiempo COVID-19 es proteger la salud de los ciudadanos mientras los indicadores de la epidemia de SARS-Cov-2 siguen siendo altos en Bruselas. Bélgica ya pedía la prueba de vacunación desde mediados de agosto para poder entrar a grandes eventos de al menos 1.500 personas, como son los festivales de verano.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.