Pese a que se anunció que en esta primera fase de vacunación de la tercera dosis se atendería al personal sanitario, muchos fueron a hacer cola en los ambulatorios sin ser parte del sector salud.
El Carabobeño
María Viloria llegó antes de las 9:00 a.m. al centro de vacunación. Con sus 75 años a cuestas y la tarjeta que confirmaba que ya habían pasado seis meses desde que le administraron la segunda dosis, ella hizo la cola para recibir el refuerzo contra la COVID-19. Pero no lo logró.
Estaba bajo sol, en las afueras del ambulatorio de Insalud ubicado en el municipio San Diego, esperando su oportunidad, sin garantías de nada porque en esta primera fase de la jornada de la tercera dosis, la prioridad es para el personal sanitario.
“Me dijeron que debían atender primero a los médicos, enfermeras y hasta a los bomberos, que si quedaban vacunas nos pasaban a los de la tercera edad”.
Ella estuvo por una hora ahí. Por momentos caminaba con su bastón a refugiarse bajo la sombra de algún árbol en la Plaza Bolívar, pero al ver que desde hace varios minutos no llegaba nadie del sector sanitario, se acercó a preguntar una vez más.
La respuesta del vigilante fue la misma: “Debe esperar porque no podemos quedarnos sin vacunas y que llegue algún médico y pierda su oportunidad”. Así que decidió irse.
Pero la cola de población general seguía creciendo. “Si no hay personal de salud deberían dejarnos pasar a nosotros”, dijo Oswaldo Tovar. Media hora más tarde, dejaron entrar a un lote, pero de la tercera edad.
Mientras tanto, sin ningún tipo de espera, quienes iban por la primera y segunda dosis, incluyendo niños mayores de tres años, eran atendidos parala administración de la Sinopharm.
La gran duda
Joaquín Pérez fue uno de los que pudo recibir la dosis de refuerzo en ese ambulatorio. Él se había puesto las dos primeras en Tinaquillo y no sabía si sería recibido ahí. “Me dijeron que no había problema, y cuando dejaron entrar a los mayores de 60 años, tuve la suerte de estar en la cola”.
Su duda se repetía entre la mayoría que estaba ahí. Luis Peña estaba esperando junto a su esposa cuando recordó que ellos empezaron el protocolo de la vacunación contra la COVID-19 en el punto itinerante que estaba en el Parque Recreacional Sur de Valencia.
Preguntaron al vigilante y la respuesta fue que sí podían recibir la tercera dosis ahí, pero al no ser personal sanitario ni de la tercera edad, prefirieron irse a casa y volver en un par de semanas.
En la Ciudad Hospitalaria dr. Enrique Tejera (CHET), el panorama era distinto. Solo dos personas esperaban para ser vacunados. La orden en ese sitio también es darles prioridad a los trabajadores de la salud, pero ante la poca afluencia de personas, atendieron a quienes se acercaban y que tenían seis meses de haber recibido la segunda dosis.
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