Después de obstaculizar la producción nacional de energía y hacernos más dependientes de gobiernos extranjeros hostiles, Joe Biden está buscando un rescate… por parte del narco-régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.
Lo ha leído bien: para reducir nuestra dependencia del petróleo ruso, Biden está considerando levantar las sanciones al régimen asesino de Venezuela, el cual tiene un largo historial de reprimir a su pueblo y alinearse con Rusia.
«La reunión secreta de la administración Biden con #Maduro fue un gran empuje de relaciones públicas para el régimen de #Maduro», tuiteó Marco Rubio. “Y es una traición desmoralizadora de quienes han arriesgado todo para oponerse a Maduro y ni siquiera les dijeron que esto estaba sucediendo. ¿Y para qué? La cantidad de petróleo que #Venezuela puede producir en este momento es insignificante”.
Los demócratas están desesperados por impulsar su agenda de extrema izquierda aquí en EE.UU., hasta el punto que están dispuestos de hablar con Maduro directamente y aliviar las sanciones contra el régimen dictatorial de Venezuela.
“El hecho que Val Demings no reconozca el apoyo de nuestro país al Gobierno Interino del Presidente Guaidó, ni condene la desastrosa decisión de Biden de enviar funcionarios de EE.UU. a reunirse con el narco-régimen, debería generar serias dudas sobre cuáles son sus prioridades. Los venezolano-americanos en la Florida ven a Demings por lo que realmente es: una oportunista política que con gusto venderá a quienes luchan contra la opresión en Venezuela para impulsar su agenda radical de extrema izquierda aquí en Estados Unidos”, dijo Laura Ortiz, Directora de Medios Hispanos de Marco Rubio para el Senado.
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