El director de la agencia espacial rusa, Dmitry Rogozin, ha asegurado este sábado que Rusia estará lista para desplegar su nuevo misil balístico intercontinental Sarmat, recientemente probado dentro de su territio, el próximo otoño.
Se trata de un objetivo ambicioso ya que el Kremlin informó de la primera prueba de lanzamiento el pasado miércoles (recorrió una distancia de 6.000 kilómetros) y los expertos en armamento militar occidentales consideran que necesitarán más tiempo antes de poder emplearlo, informa la agencia Reuters.
En una prueba similar, llegaría a todos los países de la OTAN, excepto Estados Unidos. En su interior puede llevar de 10 a 16 cabezas nucleares y, según los rusos, su potencia es 2.000 veces mayor a la de la bomba de Hiroshima.
El Gobierno ruso asegura que el nuevo misil “no tiene rival en el mundo” entre los de su categoría. El presidente Vladímir Putin aseguró que con esa nueva arma los enemigos de Moscú se lo pensarían dos veces. La guerra de Ucrania, provocada por la invasión rusa el pasado 24 de febrero, ha aumentado la tensión entre Rusia y los países europeos junto a Estados Unidos (EE UU). La OTAN ha enviado material armamentístico al país agredido para su defensa; tanto elementos de defensa como de ataque.
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