El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, discutió el sábado el continuo aumento de las tensiones alrededor de los lugares sagrados de Jerusalén, en llamadas aparte con el primer ministro israelí y el presidente palestino.
AFP
En comunicados publicados después de ambas llamadas, la ONU dijo que Guterres conversó sobre «los esfuerzos para disminuir las tensiones, acabar las provocaciones y movimientos unilaterales, y restaurar la calma».
Más de 200 personas, la mayoría palestinas, resultaron heridas durante la última semana en enfrentamientos dentro y en los alrededores del recinto Al Aqsa, un lugar sagrado para musulmanes y judíos.
Los palestinos están indignados por el despliegue masivo de la policía israelí y las repetidas visitas de judíos al sitio sagrado, cuya gobernanza se rige por un débil acuerdo de poder compartido.
Guterres «reiteró que el status quo en los lugares sagrados debe ser reafirmado y respetado», se lee en ambos comunicados.
Los choques en Al Aqsa llegan en medio de una letal ola de violencia que ha despertado temores de un escalamiento del conflicto.
El lanzamiento de misiles desde la Franja de Gaza el pasado miércoles y jueves hace prever ataques desde Israel en represalia.
Sin embargo, después de ataques similares desde Gaza en la noche del viernes, Israel decidió no lanzar un contraataque y en cambio dijo que cerraría su única frontera con el enclave este domingo.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, discutió el sábado el continuo aumento de las tensiones alrededor de los lugares sagrados de Jerusalén, en llamadas aparte con el primer ministro israelí y el presidente palestino.
En comunicados publicados después de ambas llamadas, la ONU dijo que Guterres conversó sobre «los esfuerzos para disminuir las tensiones, acabar las provocaciones y movimientos unilaterales, y restaurar la calma».
Más de 200 personas, la mayoría palestinas, resultaron heridas durante la última semana en enfrentamientos dentro y en los alrededores del recinto Al Aqsa, un lugar sagrado para musulmanes y judíos.
Los palestinos están indignados por el despliegue masivo de la policía israelí y las repetidas visitas de judíos al sitio sagrado, cuya gobernanza se rige por un débil acuerdo de poder compartido.
Guterres «reiteró que el status quo en los lugares sagrados debe ser reafirmado y respetado», se lee en ambos comunicados.
Los choques en Al Aqsa llegan en medio de una letal ola de violencia que ha despertado temores de un escalamiento del conflicto.
El lanzamiento de misiles desde la Franja de Gaza el pasado miércoles y jueves hace prever ataques desde Israel en represalia.
Sin embargo, después de ataques similares desde Gaza en la noche del viernes, Israel decidió no lanzar un contraataque y en cambio dijo que cerraría su única frontera con el enclave este domingo.
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