Los ministros de Exteriores del G7, que se reúnen a partir de este jueves en Weissenhaus (norte de Alemania), se centrarán en la crisis alimentaria global causada por la guerra de Ucrania, anunció la ministra alemana, Annalena Baerbock.
«Hablaremos hoy del bloqueo de grano por parte de Rusia, de cómo desbloquearlo y llevar grano al mundo,» afirmó Baerbock, que ejerce de anfitriona del encuentro de titulares del club de naciones industrializadas, al que pertenecen también Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Italia, Francia y Japón.
El encuentro, que durará hasta el sábado, tiene una «dimensión mayor» que la del apoyo a Ucrania, ya que la agresión rusa ha provocado no sólo una «crisis profunda para toda Europa» sino una «crisis global», dijo la ministra en una breve comparecencia al inicio de la reunión.
«Hay 25 millones de toneladas de grano bloqueadas en puertos, sobre todo en el de Odesa, un cereal que es alimento para millones, necesitado con urgencia en África y Oriente Medio,» denunció Baerbock.
De acuerdo con la ministra, el objetivo que persigue con ello el presidente ruso, Vladímir Putin, es «dividir a la comunidad internacional».
No obstante, señaló, el club de naciones industrializadas estará a la altura de su «responsabilidad especial» y se propone asegurar que las 151 naciones que condenaron la guerra en la Asamblea General de las Naciones Unidas «no se queden tiradas».
«Os vemos, os escuchamos y os apoyamos,» aseguró.
Recordó por otra parte que al encuentro asisten como invitados los ministros de Exteriores de Moldavia y Ucrania.
Preguntada por la posibilidad de suministrar aviones a Kiev como ha solicitado el Gobierno ucraniano, afirmó sin embargo que la postura de Berlín sigue siendo de rechazo a la creación de una zona de exclusión aérea o al envío de aeronaves para evitar una implicación de la OTAN en el conflicto. EFE
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