Los índices bursátiles estadounidenses cerraron con leves repuntes tras operar todo el día con un comportamiento dispar, ya que las ganancias de los valores sanitarios y de megacapitalización compensaban las pérdidas de los sectores de energía y sensibles a la economía, en medio de los crecientes temores a una recesión.
Las operaciones se mantienen volátiles después de la fuerte venta de la semana pasada, provocada por la preocupación de que las agresivas subidas de las tasas de interés para frenar la persistente inflación puedan perjudicar el crecimiento económico y las utilidades de las empresas.
Las acciones se deshicieron de una caída al mediodía y terminaron al alza, manteniendo los principales índices en camino de ganancias semanales. Los inversores se mantuvieron centrados en otro día de testimonio ante el Congreso por parte del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell.
El S&P 500 subió un 1%, el Promedio Industrial Dow Jones añadió un 0,6% y el Nasdaq subió un 1,6 por ciento. Powell reafirmó el objetivo del banco central de “mantener las expectativas de inflación bien ancladas” mientras la Fed intenta frenar la subida de los precios. El rendimiento de la nota del Tesoro a 10 años, que ayuda a fijar los tipos hipotecarios, cayó al 3,09 por ciento.
“Estamos en el proceso de tocar fondo y tendremos estos pequeños rebotes”, dijo Aaron Clark, gestor de carteras de GW&K Investment Management.
El índice referencial S&P 500 ha tenido dificultades para avanzar después de confirmar un mercado bajista la semana pasada, marcando un descenso del 20% desde su máximo histórico de cierre en enero.
“Hay una tremenda cantidad de incertidumbre sobre el panorama y por eso el mercado está confundido”, dijo Walter Todd, director de inversiones de Greenwood Capital en Carolina del Sur.
“La Reserva Federal quiere que las cosas empiecen a ralentizarse y los datos empiezan a reflejarlo”, dijo James Ragan, director de investigación de gestión de patrimonios de D.A. Davidson.
En su segundo día de testimonio ante el Congreso, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo que el compromiso del banco central de frenar la inflación es “incondicional”, pero conlleva el riesgo de un mayor desempleo.
Los grandes bancos de Wall Street, Citigroup y Goldman Sachs, ven ahora una mayor probabilidad de recesión.
El aumento de la inflación también está haciendo mella en la confianza de los consumidores, ya que los últimos datos muestran que la actividad empresarial se desaceleró considerablemente en junio.
Los analistas de Citigroup prevén una probabilidad cercana al 50% de una recesión mundial.
(Con información de Reuters y AP)
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