La niña de 11 años que quedó embarazada fruto de una violación en Brasil consiguió abortar en un hospital público del país, después de semanas de indecisión por la negativa de una jueza a autorizar el procedimiento, que está amparado por ley para este tipo de casos.
El Hospital Universitario Polydoro Ernani de Sao Thiago, en la ciudad de Florianópolis (sur), “adoptó todas las providencias para la interrupción de la gestación de la menor”, según informó en una nota el Ministerio Público Federal.
Fuentes de la Fiscalía añadieron que el procedimiento fue realizado “el miércoles por la noche” y que la niña, que aún permanece ingresada en la clínica, se encuentra “bien”.
El caso salió a la luz esta semana después de que el portal The Intercept Brasil divulgara el contenido de la audiencia en la que la jueza Joana Ribeiro, con el apoyo de la fiscal regional Mirela Dutra, presionaron a la niña para que tuviera el bebé y lo diera en adopción.
“¿Soportarías un poquito más?”, le preguntó Ribeiro a la niña, que entonces estaba con más de 20 semanas de gestación, en esa audiencia celebrada en mayo pasado, según recogió The Intercept Brasil.
La jueza alegó que dar luz verde a un aborto a esas alturas de gestación sería un “homicidio”, a pesar de que la víctima tenía derecho al mismo, y además determinó el ingreso de la niña en una casa de acogida para evitar que lo hiciera.
En Brasil, el aborto solo se permite actualmente en casos de riesgo para la madre, violación o fetos con anencefalia.
El asunto acabó en manos de la Justicia después de que el citado hospital de Florianópolis se negara a interrumpir en un primer momento el embarazo de la menor porque contrariaba sus protocolos internos.
Sin embargo, el Ministerio Público Federal recomendó en la víspera al hospital que cumpliera con la ley e interrumpiera el embarazo de la menor, que estaba cerca de entrar en la 29ª semana de gestación.
El órgano afirmó en una nota que “el aborto legal no necesita autorización judicial o comunicación policial, ni existen límites en la legislación relacionados con el periodo de gestación y el peso fetal para la realización del procedimiento”.
El caso de esta niña de 11 años tuvo una gran repercusión en redes sociales y fue comentado por algunos políticos, como el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y quien salió en defensa de la jueza que rechazó el aborto de la menor.
“La jueza de SC (Santa Catarina) tiene razón” porque “el bebé podría ser entregado en adopción, algo mucho más civilizado que condenarlo a pena de muerte sin tener culpa de nada”, afirmó Eduardo Bolsonaro, quien, como su padre, defiende “la vida desde el momento de la concepción”.
(Con información de EFE)
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