Miles de venezolanos aguardan en carpas improvisadas en Ciudad Juárez, México, a la espera de algún “milagro migratorio”, después de que la administración del presidente Biden aplicara una medida que restringe su cruce ilegal.
Una madre, con dos niños pequeños, es una de las muchas personas que esperan una flexibilización en la política para poder avanzar hacia el sueño americano.
“Estamos cansados de pasar tanto frío acá con nuestros bebés. A mi bebé casi le da una hipotermia anoche por el frío, se puso morado”, dijo al medio Utahzolanos.
La mujer llegó a México hace 10 días tras una larga ruta migratoria y apenas 3 días en la frontera, pero se niega a intentar cruzar a Estados Unidos por miedo a la deportación.
“No quiero que me regresen, porque además los devuelven muy lejos de la frontera y no tendré cómo regresar para acá”.
“La vida es súper complicada (…) Solo quiero cruzar llegar y hacer lo que deba hacer. Se suponía que yo debía llegar a trabajar. Dejé a mis otros dos hijos en Venezuela y me vine hasta acá para trabajar y enviarle dinero a mis hijos allá en Venezuela”, agregó.
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