La Iniciativa del Cereal del Mar Negro, acordada entre Rusia, Ucrania y Naciones Unidas para facilitar la exportación de grano y fertilizantes, beneficia sobre todo a los países de la UE y no a las naciones africanas con problemas de suministro, criticó hoy el embajador ruso ante la ONU en Ginebra.
EFE
En rueda de prensa, el embajador Gennady Gatilov aseguró que el acuerdo, que expira el próximo 18 de mayo si no se alcanzan nuevos consensos, ha acabado teniendo propósitos comerciales, pese a que Moscú «intenta preservar su dimensión humanitaria».
Gatilov señaló, citando cifras del centro de coordinación del acuerdo de Estambul, que un 40 por ciento del cereal ucraniano exportado por el acuerdo en los últimos meses ha acabado en la Unión Europea, un 23 por ciento en China y un 10 por ciento en Turquía, «mientras los países más pobres solo han recibido el 2,5 por ciento».
«Varios países de Europa del este como Polonia, Hungría, Eslovaquia y Bulgaria, incluso han prohibido recientemente la importación de productos agropecuarios de Ucrania para proteger sus mercados locales por la pobre calidad del cereal ucraniano, lo que demuestra que este se queda en Europa», afirmó.
Sobre la renovación del acuerdo, que fue debatida a principios de esta semana por el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, en un encuentro con el secretario general de la ONU, António Guterres, el embajador insistió en que «no está habiendo progresos reales» en los problemas que Rusia pide solucionar como condición para seguir adelante.
Rusia, recordó Gatilov, exige «reconectar el banco ruso Rossselkhozbank al sistema SWIFT, restaurar el suministro de maquinaria agrícola a Rusia, levantar las restricciones de acceso a puertos y seguros para nuestros buques, y desbloquear las cuentas y las actividades financieras de las compañías rusas de fertilizantes».
El embajador añadió que tras lograr una cosecha récord de 155 millones de toneladas el pasado año, las exportaciones rusas de alimentos «podrían ser mucho mayores y ayudar más a la seguridad alimentaria global», algo dificultado por los problemas que Moscú ve a la hora de aplicar el acuerdo del grano.
«No podemos admitir que nuestro papel en el acuerdo sea simplemente el de decir que sí a todas las peticiones de Kiev», señaló Gatilov, quien también acusó a Ucrania de violar las condiciones del acuerdo lanzando recientes ataques con buques no tripulados a la flota rusa en el puerto de Sevastopol (Crimea).
«Los ataques se lanzaron desde el puerto (ucraniano) de Odesa, cuando los acuerdos establecen que esa zona de corredores humanitarios no puede tener usos militares», afirmó el jefe de la legación rusa.
Gatilov reconoció que Naciones Unidas, a través de Guterres y de la secretaria general de la Conferencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), Rebeca Grynspan, está haciendo grandes esfuerzos para lograr la renovación del acuerdo, al contactar con UE, Estados Unidos y otros actores para responder a las objeciones rusas.
«La ONU reconoce que hay problemas y que deben ser resueltos, pero por ahora todo son promesas y no hay progresos significativos», aseguró, acusando también a Occidente de «exagerar con fines geopolíticos la crisis alimentaria global».
La Iniciativa del Cereal del Mar Negro fue suscrita inicialmente en julio de 2022 para ser extendida posteriormente primero en noviembre y más tarde en marzo. Rusia concede extensiones cada vez más cortas a este acuerdo crucial para los mercados globales, alegando que sus exportaciones siguen bloqueadas por numerosas sanciones.
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