Tres enfermedades. Tres virus diferentes, pero en simultáneo. Eso es la tripledemia que tanto preocupa a los médicos y científicos este año de cara al invierno que se asoma en Argentina.
El fenómeno, que ya se registró en los EEUU y Europa hace pocos meses, es la combinación de casos de tres infecciones virales al mismo tiempo en una región. Tan preocupante es que las autoridades de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitieron un alerta en noviembre último cuando el invierno boreal estaba por empezar, a fin de extremar cuidados en la población, especialmente en los recién nacidos y adultos mayores, o personas con alguna condición de riesgo previa.
“El aumento de solo una infección respiratoria es motivo de preocupación. Cuando dos o tres empiezan a afectar a una población de forma simultánea, esto debería ponernos a todos en alerta. Y respecto al COVID la situación puede cambiar rápidamente. Siempre corremos el riesgo de un resurgimiento. No podemos bajar la guardia”, advirtió la OPS, que llamó a los países a implementar medidas que han probado ser eficaces para mantener la seguridad de las comunidades, como las vacunas, la vigilancia por medio de testeos, el uso de mascarillas o barbijos y el distanciamiento social.
En la zona de Sudamérica, las detecciones de gripe han seguido aumentando en Argentina, Chile y Uruguay. Se trata de un fenómeno inusual para esa zona, ya que los casos de gripe tienden a subir entre marzo y agosto cada año, pero en 2022 crecieron en el mes de septiembre. Los virus de la gripe A(H3N2) predominaron en Chile y Uruguay, mientras que la gripe B y la gripe A(H1N1) predominaron entre los casos analizados en Argentina.
¿Pero qué esta tripe amenaza y cómo podemos protegernos?
‘Tripledemia’ es cómo se ha bautizado a la posible epidemia que podría darse si se dan a la vez tres enfermedades: COVID-19, influenza y el virus respiratorio sincitial o VRS, que se suele dar en niños y bebés y causa bronquiolitis y neumonía.
“La Argentina suele tener un solo pico epidémico de gripe, que ocurre en los meses de otoño e invierno. Esto es producto de lo que yo llamo ‘silencio viral inmunológico’ de los últimos dos años, que está dado por el hecho de que el planeta no estuvo en contacto, durante la pandemia, con otros virus respiratorios ya que prevaleció el coronavirus. Sumado a la baja tasa de cobertura de la vacuna antigripal que hace que se produzcan estas tres epidemias”, explicó a Infobae, el médico infectólogo Roberto Debbag (MN 60253).
Para la médica infectóloga María Cecilia Niccodemi (MN 105624), “la circulación del virus de la influenza y sincicial es todo el año (por eso se vacuna una vez por año), y habitualmente el pico de circulación ocurre en los meses de invierno ya que ambos son virus estacionales”.
“La lógica indica que la baja circulación de los otros virus respiratorios durante el tiempo que el SARS-CoV-2 fue predominante, sumado a la baja vacunación antigripal hizo que ahora que el coronavirus ceda espacio y los otros patógenos recuperen su lugar -amplió la especialista del staff del Centro Médico Doctor Stamboulian y Sanatorio La Trinidad San Isidro-. Dada la baja circulación de los otros virus durante los años pandémicos es lógico que haya un repique de circulación en épocas donde normalmente no estarían en circulación, como ocurrió en 2022″.
Respecto a la influenza o gripe, los expertos esperan una temporada fuerte, siguiendo la tendencia del año pasado. Es que durante 2022, Argentina presentó un récord de casos de gripe, con un total de cerca de 1.300.000 de casos. Por eso los médicos insisten en que es clave reforzar la vacunación para estar protegidos.
La vacunación antigripal es especialmente importante para las personas que corren mayor riesgo de presentar complicaciones graves por gripe/influenza: personal de salud, mayores de 65 años de edad, bebés y niños de entre 6 y 24 meses, embarazadas y puérperas, personas de entre 2 y 64 años con factores de riesgo tales como obesidad, diabetes, enfermedades respiratorias (con mayor evidencia A para asma y EPOC), enfermedades cardíacas, inmunodeficiencias congénitas o adquiridas, pacientes oncohematológicos, trasplantados y/o personas con insuficiencia renal crónica en diálisis, entre otros; y personal estratégico.
“La época fría del año trae consigo un incremento significativo de las infecciones del tracto respiratorio debido a un aumento de la circulación viral, ya que en esta época del año se presentan condiciones excepcionales para su persistencia y transmisión”, sostuvieron expertos de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), que recomienda inmunizarse contra esta enfermedad, además de otros patógenos respiratorios, para evitar complicaciones y problemas severos de salud.
Es que la gripe puede incrementar el riesgo de sufrir un accidente cerebro vascular o neumonía hasta 8 veces, y un infarto de miocardio hasta 10 veces. Un estudio del 2018 demostró que, entre los adultos hospitalizados por gripe, los pacientes vacunados tenían 59% menos de probabilidades de ingresar a una unidad de cuidados intensivos en relación con los no vacunados.
El médico infectólogo Pablo Bonvehí es miembro de la Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) y puntualizó a Infobae: “El virus de la gripe tiene cambios en su composición a medida que se va multiplicando y esto hace que el mismo mute con el tiempo, por eso en general todos los años no se tienen los mismos tipos de influenza”.
“Del virus A hay dos subtipos: H1N1 que produjo la pandemia en 2009 y H3N2, que es la cepa que está actualmente circulando en el país con más predominancia. Del virus B, no se llaman subtipos, sino que hablamos de linajes y desde el año 1985 sabemos que hay dos circulantes, Yamagata y Victoria, que a su vez sufren algunas mutaciones, aunque menos que los virus A”, agregó el experto a Infobae.
Las vacunas disponibles en Argentina son:
– Vacuna trivalente: son las que protegen contra tres cepas de la gripe: A H1N1, A H3N2 e influenza B linaje Victoria. Y son las que estarán disponibles en el sector público de manera gratuita para la población priorizada.
– Vacuna tetravalente: protegen contra tres cepas de la gripe: A H1N1, A H3N2 e influenza B linajes Victoria y Yamagata. Sólo se accede a ellas a través del sector de medicina privada y son pagas.
El virus sincicial respiratorio, mejor conocido por sus siglas en inglés VSR, es una enfermedad que causa infecciones de los pulmones y en el aparato respiratorio. Es tan frecuente que la mayoría de los niños ya se han infectado cuando tienen alrededor de los dos años de edad, aunque también puede infectar a los adultos. El VRS es la causa más común de la inflamación de los pulmones (neumonía) o de las vías respiratorias pulmonares (bronquiolitis) en los bebés. Estas complicaciones pueden ocurrir cuando el virus se extiende al aparato respiratorio inferior.
La inflamación de los pulmones puede ser bastante grave para los lactantes, niños pequeños, adultos mayores, las personas con el sistema inmunitario debilitado, o las personas con enfermedades cardíacas o pulmonares crónicas. Si los microbios entran al espacio detrás del tímpano, pueden causar una infección del oído medio (otitis media). Esto les ocurre con más frecuencia a los bebés o niños pequeños.
Aún no hay aprobada una vacuna, pero se puede prevenir al ventilar los ambientes cerrados (una medida que también sirve para las otras dos infecciones), mantener la lactancia materna, aplicar las vacunas adecuadas para la edad, no exponer a los niños al humo del cigarrillo ni de estufas a leña, practicar el lavado de manos frecuente de los niños y los convivientes, con agua y jabón, mantener alejados a los bebés de las personas que están resfriadas o tienen tos.
En los adultos y en los niños mayores y sanos, los síntomas del VSR son leves y generalmente se parecen al resfriado común, además, solo se necesitan medidas de cuidado personal para aliviar las molestias.
El VSR puede causar una infección grave en algunas personas, incluyendo a los bebés de 12 meses y más jóvenes, especialmente los prematuros, y en los adultos mayores, en la gente con enfermedades cardíacas y pulmonares, o cualquiera con un sistema inmunitario débil.
Tanto el VRS como la enfermedad por COVID-19 son tipos de virus respiratorios, por lo que algunos síntomas de ambas enfermedades suelen ser similares. En los niños, la COVID-19 con frecuencia resulta en síntomas leves, como fiebre, nariz que gotea y tos. En los adultos con la COVID-19, los síntomas pueden ser más graves e incluir problemas para respirar.
Tener el VRS puede reducir la inmunidad y aumentar el riesgo de contagio de coronavirus. Estas infecciones pueden presentarse juntas, lo que puede hacer que empeore el COVID.
Tres vacunas en desarrollo
Contar con una vacuna contra el virus sincicial respiratorio (VSR) es un objetivo que el sistema científico persigue desde hace años. La enfermedad respiratoria es la que más recién nacidos hospitaliza en el mundo, y la que más neumonías de origen viral causó a lo largo de la historia, con altas tasas de mortalidad en adultos mayores.
Actualmente hay tres laboratorios que están desarrollando vacunas contra el VSR. Un panel de asesores externos de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los EEUU recomendó en marzo la aprobación de la vacuna de GSK (GlaxoSmithKline) para su uso en adultos mayores de 60 años. Y lo propio hizo con la otra formulación en carrera por convertirse en la primera vacuna contra el VSR perteneciente al laboratorio Pfizer.
La vacuna GSK, por su parte, tuvo una efectividad de casi el 83% en la enfermedad de las vías respiratorias inferiores en un estudio de aproximadamente 25.000 pacientes -la mitad vacunado con la vacuna y la mitad con un placebo-, según los datos que la compañía proporcionó a la FDA. No se informaron muertes por RSV entre los pacientes en ninguno de los dos estudios.
En tanto, del ensayo de Pfizer participaron unos 34.000 pacientes, la mitad de los cuales recibió un placebo. Se concluyó que la vacuna tiene una eficacia de casi el 67% en la prevención de enfermedades del tracto respiratorio inferior relacionadas con el RSV, que pueden provocar neumonía. Esa vacuna fue casi un 86% efectiva en el tratamiento de la enfermedad con tres o más síntomas, según los mismos datos.
En enero último, la empresa biotecnológica Moderna anunció que su vacuna ARNm-1345 contra el virus respiratorio sincicial (VRS), responsable de provocar la bronquiolitis, cumplió “con los criterios primarios de eficacia en un ensayo de fase 3 en adultos mayores”, parte del cual se desarrolla en la Argentina.
El director médico de Moderna, Paul Burton adelantó a Infobae este mes los avances del laboratorio frente a esta enfermedad y también otras de carácter respiratorio y no respiratorio. Sobre el VSR, Burton precisó que el estudio clínico realizado en aproximadamente 37.000 adultos de 60 años o más en 22 países, incluidos los EE.UU y Argentina, demostró una eficacia del 83,7% en la enfermedad del tracto respiratorio inferior por VRS, definida por 2 o más síntomas en adultos mayores. El siguiente paso es que la FDA apruebe cada una de las vacunas, lo que podría llevar algunos meses, aunque la agencia suele seguir las recomendaciones del comité asesor.
Las enfermedades respiratorias son una importante prioridad de salud pública, dado que tienen un impacto sanitario significativo y son una de las principales causas de hospitalización grave.
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