En los últimos ascensos militares dados a conocer el 5 de julio, fueron llevados al grado de General de División militares señalados de violar derechos humanos que aparecen en los informes de la Misión de Determinación de los Hechos.
Por La Prensa Lara
Otros como Iván Hernández Dala y Gustavo González López fueron ratificados en sus cargos, como la Dirección de la Dgcim y el Sebin. Para Rocío San Miguel, abogada y presidente de la ONG Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional, la estrategia del presidente, Nicolás Maduro, es desafiar a la Corte Penal Internacional (CPI) que el 27 de junio reanudó las investigaciones por crímenes de lesa humanidad contra funcionarios de Venezuela.
Fueron ascendidos 167 nuevos altos oficiales, ¿qué impacto tienen estos ascensos dentro de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB)?
Sigue siendo alto el número de generales que anualmente se ascienden en la FANB. En 2021 tuvimos 174 generales y almirantes; en 2022 hubo 172 y este año ha bajado a 167 hasta ahora generales y almirantes que han sido ascendidos. El significado es el relevo generacional al que aspiran quienes vienen de la base de la pirámide. Siempre está la esperanza de que los mejores asciendan, pero no siempre ocurre así.
¿Qué representa que Vladimir Padrino López haya sido ratificado como Ministro de Defensa?
Padrino López va a cumplir nueve años en ese cargo en octubre. Su ratificación y la de Domingo Hernández Lárez, como jefe del Comando Estratégico Operacional de la FANB (Ceofanb), significa más continuismo. No se producirán grandes cambios en la institución castrense, lo cual es preocupante por los problemas de operatividad, seguridad social y de profesionalización que enfrentan. Cada vez hay más solicitudes de baja por parte del personal profesional y especializado, y soldados desertores que son la base de la FANB por razones fundamentalmente de necesidad.
¿Los militares pueden respetar los resultados de las presidenciales 2024?
Los militares venezolanos en esta última década han demostrado el talante y la capacidad de respetar los resultados electorales. El problema está en las iniquidades de la ruta electoral. La FANB tiene mucho por hacer con respecto al Plan República que debe garantizar al país que en los centros electorales de alto riesgo se permita la presencia de los testigos electorales de la oposición sin que sean agredidos. Debe garantizar que no haya centros electorales donde se cierran las puertas y se haga la transmisión de datos de manera clandestina. Tienen que mantener diálogos con todos los partidos políticos y no permitir la utilización de colectivos armados en campaña electoral.
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