Fue una ocurrencia de esas que surgen en medio de la algarabía aparente de un programa matinal de TV y la adrenalina de estar en vivo.
A las 8.55 AM del 16 de julio de 2020, José Miguel Viñuela, el ahora ex animador de “Mucho gusto”, tomó unas tijeras y se dirigió hacia el pelilargo camarógrafo José Miranda. “¡El coronavirus lo tiene pegado en el pelo!”, dijo. Y acto seguido cortó la cola de caballo que el trabajador, dijo después, había dejado crecer cuidadosamente por cuatro años.
Los animadores se rieron un rato, Viñuela se puso el pelo recién cortado en la solapa de su chaqueta y pidió que esa mata de cabello se la trasplantaran. Vinieron más risas, un corte comercial y luego se cambió el tema, como suele ser la TV.
Fue el peor error de Viñuela. Por supuesto, el asunto no terminó ahí. Vino una demanda de Miranda y, tres años después, un fallo del 23° Juzgado Civil de Santiago ha dictado sentencia y ordenado que José Miguel Viñuela indemnice a José Miranda con casi 20 mil dólares.
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En la demanda por daños y perjuicios, Roberto Ávila, abogado de Miranda, expuso que el funcionario fue “vejado y humillado por televisión ante cientos de miles de personas, esto se reprodujo por millones en las redes sociales”.
La acción legal se basa en que José Miranda quedó conmocionado y llegó a estar con tratamiento médico y medicamentos.
La defensa de Viñuela argumentó que, tras el episodio, el animador se disculpó pública y privadamente. En la emisión siguiente del matinal del canal Mega, Viñuela leyó un comunicado en el que expresó que “en una situación de contexto humorístico y alegría, las circunstancias me llevaron a cometer este error, del cual me siento profundamente arrepentido y afectado porque jamás he querido menoscabar ni hacer sentir mal a ninguna persona, mucho menos de mi equipo de trabajo… Me avergüenza mucho haber herido los sentimientos de José o de alguno de ustedes en particular y solo me queda decirles con lo afectado que estoy, que si algo puedo sacar positivo de este tipo de errores es que nos sirve para aprender de nuestros errores”.
A modo de compensación, Viñuela en ese momento le entregó 400 dólares.
Imprudencia inexcusable
El fallo firmado por la jueza Katherine Campbell, dice que Viñuela “debió respetar la dignidad de la persona con quien trataba y en todo momento, sin que el tinte humorístico de su forma de conducirse en la televisión justifique lo que hizo”. Y califica la actuación del animador como una “imprudencia inexcusable”.
La cosa no queda ahí. Como suele suceder la defensa de José Miguel Viñuela apeló a la sentencia. En el escrito, los abogados del animador piden que se revoque la sentencia, se rechace la demanda o se rebaje el monto indemnizatorio.
Al respecto, Roberto Ávila, abogado del camarógrafo José Miranda anunció en el diario Las Últimas Noticias, que las acciones a seguir contemplan pedir que se deseche la apelación y que se aumente el monto de indemnización.
Recordemos que por este caso, el Consejo Nacional de Televisión de Chile (CNTV), multó al canal Mega por 29 mil dólares, aunque ese dinero no llegó a las arcas del camarógrafo. Eso, para la defensa del demandado, no constituye responsabilidad de José Miguel Viñuela.
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