La población indígena de Venezuela que habita la Gran Sabana al sureste del país en el Estado Bolívar está contaminada con grandes cantidades de mercurio en sus cuerpos, producto de la descomunal explotación minera que existe en el lugar.
De acuerdo con el estudio realizado por la ONG SOS Orinoco, se encontró que la explotación del arco minero no sólo destruye el ecosistema y acaba con la biodiversidad del territorio, también destruye a los indígenas quienes tienen grandes cantidades de metal acumulados en sus cuerpos.
Datos sobre salud de indígenas, según la ONG SOS Orinoco
35% de la población analiza tienen altas concentraciones de mercurio en sus organismos, excediendo así el límite de seguridad de 2 microgramos por gramo en cabello, establecido por la Organización Mundial de la Salud.
«La gravedad de sus efectos sobre la salud de las personas, le ha dado también un singular lugar entre los tóxicos de alcance global, propiciando el logro de convenios mundiales para su control y eventual eliminación de muchas de las actividades en las que se utiliza y en las que hasta ahora ha sido indispensable, concretamente en el Convenio de Minamata», expresa el informe El mercurio y la minería en la Guayana venezolana: Un daño incompensable.
«El mercurio no sólo es responsable por cantidad muertes y enfermos, sino también por el riesgo que representa su gran movilidad en la naturaleza. El verdadero impacto que este elemento pudiera estar causando en los ecosistemas naturales, pudiera estar subestimado», concluye el documento.
La Amazonia venezolana, uno de los territorios vírgenes más extensos del mundo con reservas de agua dulce enormes y presencia de minerales, está siendo atacada sin ningún freno por la alta toxicidad que dejan los garimpeiros en su afán por extraer oro.
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