El presidente de Bolivia, Luis Arce, manifestó su solidaridad con Chile por las consecuencias que han tenido los múltiples incendios que azotan desde el viernes la región de Valparaíso, a 100 kilómetros al este de Santiago y que han causado ya 51 muertos.
EFE
«Desde el Estado Plurinacional de Bolivia expresamos nuestra solidaridad con el hermano pueblo y Gobierno de Chile, ante la irreparable pérdida de vidas que ocasionaron los incendios y que llevaron al presidente @GabrielBoric a declarar estado de excepción por catástrofe», señaló Arce en sus redes sociales.
El gobernante boliviano también envió sus «sentidas condolencias a las familias de las víctimas».
Desde el Estado Plurinacional de Bolivia expresamos nuestra solidaridad con el hermano pueblo y Gobierno de #Chile, ante la irreparable pérdida de vidas que ocasionaron los incendios y que llevaron al presidente @GabrielBoric a declarar estado de excepción por catástrofe.…
— Luis Alberto Arce Catacora (Lucho Arce) (@LuchoXBolivia) February 4, 2024
Por su parte, la Cancillería boliviana también expresó solidaridad con Chile «ante la pérdida de vidas y afectación de viviendas y comunas, especialmente en la Quinta Región» chilena, a raíz de la «ola de incendios» por los que el mandatario chileno decretó estado de excepción por catástrofe.
El Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia expresa su solidaridad con el pueblo de la República de Chile, ante la pérdida de vidas y afectación de viviendas y comunas, especialmente en la Quinta Región, a raíz de una ola de incendios que han… pic.twitter.com/mxuKiBFQtS
— Cancillería de Bolivia (@MRE_Bolivia) February 3, 2024
Las autoridades chilenas se han referido a los devastadores incendios que desde el viernes están arrasando la región central de Valparaíso como la tragedia de mayor gravedad desde el terremoto de 2010, que causó 525 víctimas y miles de heridos.
La ola de incendios más mortífera hasta ahora tuvo lugar hace justo un año y ocasionó 27 muertos.
Las altas e inusuales temperaturas que se registraron viernes y sábado en la región, las intensas rachas de viento de hasta 60 kilómetros por hora y la baja humedad están dificultando el control del fuego.
Aunque Chile ha vivido uno de los inviernos más lluviosos de los últimos 15 años, los especialistas llevan meses alertando de que la sequía no se ha erradicado y de que existe una gran probabilidad de que se desarrolle vegetación fina y muerta en la zona centro-sur de fácil combustión.
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