El flujo diario de miles de personas a través de la peligrosa ruta migratoria del Tapón del Darién se ha interrumpido, tras la captura de varios capitanes de embarcaciones, reseñó AP.
El cese comenzó cuando fuerzas policiales colombianas capturaron a dos capitanes de botes en la ciudad septentrional de Necoclí.
Las empresas que los empleaban interrumpieron todos los servicios de transporte en señal de protesta, cortando así el paso a las 2.000 personas, según estimaciones oficiales.
Ello ha derivado en la acumulación de hasta 8.000 personas que aguardan poder cruzar de Colombia a Panamá, confirmó este jueves la Defensoría del Pueblo de Colombia.
Aunque muchos países latinoamericanos han reforzado la vigilancia, las selvas del Tapón del Darién siguen siendo una franja anárquica de la ruta migratoria hacia el norte, controlada en gran medida por el grupo de narcotraficantes más poderoso de Colombia, el Clan del Golfo.
Los capitanes capturados habían estado transportando a más de 150 migrantes desde Necoclí a través de un tramo del Caribe hasta otra ciudad colombiana.
Los capitanes trabajaban para dos empresas de transporte turístico, que según los fiscales eran una tapadera para el transporte de migrantes, a los que les cobraban entre 140 y 300 dólares por persona por viajar solo un puñado de kilómetros en el mar.
Según la agencia de noticias, hasta el momento se desconoce cuándo terminará la suspensión de los viajes en el lugar, la Defensoría del Pueblo colombiana expresó su preocupación de que las cosas solo puedan empeorar.
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