El Gobierno de Suecia donó a Bolivia 96.540 dólares para atender las necesidades de apoyo psicológico, agua, saneamiento e higiene de las familias damnificadas por las inundaciones en la ciudad norteña de Cobija, informó este viernes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que coordina la ayuda.
EFE
El director general de la Agencia Sueca de Cooperación (ASDI), Jakob Granit, se reunió la semana pasada con la alcaldesa de Cobija, Ana Lucía Reis, para conocer la «urgente respuesta que se requiere» en esa ciudad tras la inundación registrada allí a fines de febrero, señala un comunicado de Unicef Bolivia.
Tras el encuentro, la Embajada sueca en Bolivia confirmó con Unicef el apoyo que brindará a Cobija para atender las necesidades de la población, indicó el organismo.
«La cooperación estará destinada a 405 familias y se calcula que aproximadamente 1.200 niñas y niños serán beneficiados con esta ayuda. El monto final de la colaboración será de 96.540 dólares», detalló.
De ese monto, 78.500 dólares se invertirán en las áreas de agua, saneamiento e higiene.
«Se asegurará el consumo de agua segura en tres comunidades rurales de Cobija con la dotación de 31 tanques de 600 litros. Además, se entregará 405 filtros de vela cerámica para purificar agua, con dos velas de repuesto para ampliar su vida útil», precisó Unicef.
El organismo agregó que esta donación estará acompañada de capacitaciones «sobre el uso óptimo de estos insumos».
Además, se apoyará a la Empresa Pública Municipal de Servicios de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario de Cobija en la rehabilitación de cuatro de las ocho estaciones de bombeo de aguas residuales que tiene la ciudad.
También serán distribuidos 290 kits de higiene familiar con elementos como jabones para lavado de ropa, champú, peines, cepillos de dientes, pastas dentales, papel y toallas higiénicas, jabón líquido y detergente en polvo, entre otros.
Otros 18.040 dólares se destinarán al desarrollo de acciones de protección de la niñez y adolescencia, según Unicef Bolivia, que llegó hasta Cobija para «responder a la situación de desastre por inundación» en coordinación con las autoridades regionales y locales.
A fines de febrero, la Alcaldía de Cobija declaró la «alerta roja» por la crecida del río Acre, que bordea esa ciudad y es un límite natural con las localidades brasileñas de Epitaciolandia y Brasilea.
Unicef mencionó en su comunicado los datos del municipio que señalaban que el río alcanzó 17 metros de altura, superando el nivel que provocó una inundación en 2015, cuando llegó a 15,5 metros.
Desde el inicio de la época de lluvias en noviembre pasado, el país acumula 52 muertes, cinco personas desaparecidas y 51.668 familias afectadas y damnificadas, informó este viernes el ministro de Defensa, Edmundo Novillo.
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