Algunos congresistas de Perú manifestaron que el allanamiento al domicilio de la presidenta, Dina Boluarte, y al Palacio de Gobierno como parte de una investigación fiscal en su contra es «criticable» y «exagerada», mientras que otros manifestaron su deseo de apoyar una destitución de la mandataria y la celebración de nuevas elecciones.
EFE
En la medianoche del viernes, un equipo fiscal y policial ingresaron a la vivienda de Boluarte y al Palacio de Gobierno como parte de una investigación preliminar abierta el pasado 18 de marzo contra la mandataria por la presunta comisión del delito de enriquecimiento ilícito, al no haber declarado relojes de lujo ante el Jurado Nacional de Elecciones.
«Se acabó el ciclo del títere que la derecha puso en Palacio. No hay mejor de definición de ‘incapacidad moral’ que la demostrada por Boluarte. Es impostergable el adelanto de elecciones», expresó en la red social X la congresista progresista Sigrid Bazán en referencia a una de las posibilidades que contempla la Constitución de Perú para una moción de censura.
En este sentido, la también progresista Susel Paredes afirmó en la misma red social que el país «está esperando explicaciones».
«Ya es hora de que piense en renunciar y voy a votar por una vacancia (destitución)», añadió.
El congresista no agrupado Carlos Anderson declaró que la presidenta debe «entregar de inmediato» las joyas y que Boluarte «está actuando en rebeldía».
«Si fuimos implacables con (Pedro) Castillo y sus múltiples acusaciones de corrupción, seámoslo también ahora, en tanto que la mandataria por voluntad propia no ha querido dar explicaciones de sus lujosos relojes y pulseras. Es hora de ser consecuentes y asumir posición”, dijo Alejandro Muñante del partido ultraconservador Renovación Popular.
Por otro lado, parlamentarios conservadores optaron por criticar el operativo.
«La criticable irrupción del Ministerio Público y la División de Investigación de delitos de Alta Complejidad (Diviac) en la residencia de la presidenta, en el caso Rolex, podría haberse evitado si ella hubiera optado por la transparencia», indicó Jorge Montoya, también de Renovación Popular.
Al añadir que «esta exagerada medida evidencia el abuso del poder de la Fiscalía y la opacidad en su gobierno».
La derechista Patricia Chirinos expresó que todos los peruanos exigen «una respuesta clara y transparente» por parte de Boluarte sobre sus relojes, pero añadió que «este extraño allanamiento es innecesario y más parece ser parte de un show mediático para desviar la atención» de los casos que según ella involucran a ciertos fiscales anticorrupción.
El también conservador Diego Bazán definió el allanamiento como «un espectáculo lamentable, muy distante a la verdadera búsqueda de justicia».
Por parte del Ejecutivo, el gabinete ha mostrado apoyo a la presidenta y ha tildado de inconstitucional, ilegal y desproporcionado el allanamiento.
El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Eduardo Arana, afirmó que este operativo mostró un uso indebido de la justicia, que esta se había politizado y que suponía un quiebre de la constitucionalidad.
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