El tan esperado primer vuelo espacial de Boeing de su nave Starliner con humanos a bordo, que estaba previsto para el lunes 6 de mayo de 2024 por la noche, se retrasará al menos hasta el viernes 10 de mayo mientras las autoridades estudian por qué una válvula del cohete funcionó mal, dijo la NASA el martes. Si es necesario sustituir la válvula, el lanzamiento podría retrasarse hasta la próxima semana.
Tory Bruno, consejero delegado de United Launch Alliance, la empresa conjunta de Lockheed Martin y Boeing que opera el cohete que iba a poner en órbita la cápsula Starliner, dijo que la válvula que funcionó mal regula la presión dentro de un tanque de oxígeno líquido en la segunda etapa del cohete. Ayuda a mantener el flujo de propulsores hacia los dos motores de la etapa, así como a mantener la integridad estructural del tanque.
La válvula “zumbaba”, dijo Bruno, abriéndose y cerrándose a gran velocidad. “Los ingenieros estaban intentando determinar cuánta energía había gastado la válvula al hacerlo.”
El lunes, los astronautas de la NASA Sunita Williams y Barry “Butch” Wilmore ya se habían sentado en la cápsula del cohete Atlas V de la ULA y esperaban para despegar dos horas antes de las 22.34 horas, cuando a los responsables de la NASA, Boeing y la ULA no les gustó el comportamiento de la válvula y decidieron suspender el lanzamiento.
En vísperas de la misión, la NASA afirmó que la seguridad de los astronautas es la máxima prioridad y que las autoridades no dudarían en ordenar un retraso si observaban algún problema que pudiera poner en peligro la misión. “Vamos paso a paso, despegaremos cuando estemos preparados y volaremos cuando sea seguro hacerlo”, declaró Steve Stich, director del programa de tripulación comercial de la NASA, en una reunión informativa.
Starliner ha recorrido un camino lleno de problemas para empezar por fin a hacer volar seres humanos, contratiempos que han costado a Boeing 1.400 millones de dólares y han retrasado el programa durante años. Pero esta vez, el problema no fue la cápsula, sino el cohete Atlas V, que fue un caballo de batalla fiable que se remonta al programa Mercury. Las averías, sin embargo, son habituales en los vuelos espaciales, y las válvulas, que se utilizan para regular el flujo de propulsores, suelen ser especialmente delicadas.
“Tenemos válvulas de repuesto”, afirma Bruno. “Sabemos cómo hacerlo. Lo hemos hecho antes, pero nos llevaría varios días. Así que nos coordinaríamos… con nuestros socios de la NASA y Boeing y entonces tendríamos una fecha para ustedes muy pronto, pero no puedo decírselo ahora mismo porque todavía estamos trabajando en ello.”
El vuelo previsto es una misión de prueba -el primer lanzamiento con humanos atados al Starliner– para ver cómo funciona la nave en el espacio con una tripulación a bordo. Si la cápsula es capaz de completar con éxito el vuelo y la serie de tareas asociadas a él, la NASA la certificaría para misiones regulares que lleven una tripulación completa de cuatro astronautas a la estación espacial, habitada ininterrumpidamente desde hace más de 20 años.
Una vez que la tripulación bajó del cohete, los ingenieros enviaron una orden a la válvula para que se cerrara, y así lo hizo, con lo que se solucionó el problema, explicó. Si el cohete estuviera lanzando un satélite, y no seres humanos, habrían procedido al lanzamiento, dijo Bruno, pero se pararon por exceso de precaución.
La NASA y Boeing están ansiosas por lanzar y certificar el Starliner para vuelos regulares, lo que daría a la NASA una segunda nave espacial estadounidense capaz de llevar a sus astronautas a la órbita. SpaceX tiene el otro contrato de la NASA y lleva volando astronautas a la estación desde 2020.
(c) 2024, The Washington Post
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