Los países de América Latina y el Caribe reclamaron este jueves una distribución más equitativa de las vacunas contra la covid-19, al advertir sobre el peligro que representan las nuevas variantes para el continente americano, el más afectado en términos de contagios y muertes por la pandemia.
SwissInfo / EFE
«Necesitamos más dosis, este hemisferio necesita más dosis, nuestros países necesitan más dosis», dijo el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, en una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de ese organismo que analizó el panorama de la pandemia en América.
Almagro defendió la vacunación como «el camino» para recuperar el tejido social, reafirmar el crecimiento de la economía y asegurar las condiciones de salud de la población.
La reunión, celebrada de forma virtual y convocada con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), sirvió de escenario para que los países expresaran su preocupación por el acceso dispar a las dosis y la necesidad de la cooperación para sobrellevar el impacto de la actual pandemia.
En un mensaje a los asistentes, el presidente de Colombia, Iván Duque, dijo ver con preocupación que solo «una de cada cuatro personas esté completamente vacunada en América Latina y el Caribe» y respaldó la cooperación como el antídoto a la falta de vacunas.
Duque señaló que su país donó a Paraguay 20.000 dosis, aportó 500.000 dólares al mecanismo Covax para el acceso equitativo a los fármacos contra la covid y un millón de dólares para la inmunización en los países de la Comunidad del Caribe (Caricom), pero a su vez ha recibido donaciones de vacunas por parte de parte de EE.UU. y España.
En la misma línea, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, consideró que la lección que deja la covid «es clara» y vio la cooperación mundial como «la única manera de hacer frente a una amenaza global.
Tedros pidió a los países de América que apoyen un acuerdo «jurídicamente vinculante» para afrontar posibles pandemias, que aseguró que proporcionará un «marco general para la seguridad sanitaria mundial».
El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, que es graduado de Medicina, llamó la atención en su discurso sobre la necesidad de «mantener y proteger» los logros en materia de vacunación contra otras enfermedades, especialmente para proteger a los niños de afecciones ya erradicadas, en momentos en que los sistemas de salud se han volcado a combatir la pandemia.
LA PANDEMIA, «UN FRACASO REGIONAL»
Por su parte, la canciller de Panamá, Erika Mouynes, recordó que a la región le ha ido peor en la pandemia que a otros países del mundo y consideró que hay que «reconocer este fracaso regional».
En ese sentido, detalló que, pese a representar el 8% de la población mundial, «los países de la región registraron el 35 % de las muertes atribuidas a la covid».
Mouynes se quejó además de la desigualdad en el acceso a las vacunas y denunció que las naciones ricas han adquirido hasta ocho dosis por persona -con acuerdos cerrados hasta 2023-, dejando a los más pobres «con pocas opciones».
«Nuestra región no va a conseguir vacunar al 80 % de su población este año ni en un tiempo corto aún por calcular», sentenció la canciller panameña, quien agregó que en el Caribe únicamente el 27 % de la población mayor de 18 años está completamente inmunizada y que depende de «promesas e inciertas donaciones» de dosis.
El ministro de Salud de Perú, Hernando Cevallos, describió como una «lucha permanente» adquirir las vacunas contra la covid, lo que consideró que está relacionado no sólo con las compras hechas por otros países, sino también con «el gran negocio» que los laboratorios han visto en la distribución limitada de dosis.
Cevallos pidió «terminar» con las licencias que dan exclusividad para la producción de vacunas a «un grupo de empresas», y defendió como una «necesidad imperiosa» liberar las patentes para que más países puedan acceder a la producción de las dosis.
ECONOMÍAS AZOTADAS
La directora de la OPS, Carissa Etienne, se sumó a las voces que reclamaron un mayor acceso a las vacunas, al insistir en que esta región «ha sufrido más casos y muertes por causa del virus».
Hizo hincapié en el impacto económico de la pandemia en América, que consideró que ha sido «el doble» que en el resto del mundo y ha dejado 22 millones de personas sumidas en la pobreza, «en una región que ya estaba plagada de desigualdades».
Para la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, la caída económica de la región «sólo se compara con lo que han sufrido países en situaciones de guerra».
La sesión, que se extendió durante más de cuatro horas, contó con la participación de las autoridades de salud del hemisferio, entre ellas el principal epidemiólogo de la Casa Blanca, Anthony Fauci.
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