Las regiones del sur de Italia de Sicilia y Calabria han reclamado al Gobierno central más ayuda para gestionar la llegada de inmigrantes por el Mediterráneo central, así como más controles por temor a que puedan importar el coronavirus.
EFE
La presidenta calabresa, la conservadora Jole Santelli, informó hoy de que ha escrito una carta al primer ministro, Giuseppe Conte, para que se adopten medidas que permitan hacer pruebas a los inmigrantes antes de que lleguen a tierra firme.
En la jornada de ayer sábado 70 inmigrantes desembarcaron en el puerto de Roccella y 27 de ellos resultaron positivos al virus.
Algunos menores no acompañados, cinco de ellos positivos, fueron trasladados a una instalación de la localidad calabresa de Amantea, donde algunos ciudadanos protagonizaron una protesta.
Dada la situación de pandemia, que en Italia ha afectado de forma especialmente fuerte a las regiones del norte, la gobernadora cree que el Gobierno debe adoptar iniciativas que prevengan la difusión del coronavirus entre los inmigrantes que lleguen a sus costas.
Por esa razón ha propuesto desplegar embarcaciones para realizar pruebas a los inmigrantes y para que, en caso de ser positivos, puedan pasar un periodo de cuarentena obligatoria a bordo.
Santelli avanzó que, en caso de que no se tomen medidas, no dudará en prohibir los desembarcos en Calabria, aunque su intención, dice, «es evitar un pulso con el Gobierno».
Ayer, el presidente de Sicilia, Nello Musumeci, visitó la isla de Lampedusa, que en los últimos días ha recibido casi 800 inmigrantes.
La pequeña isla, enclave más meridional de Italia y a poco más de 100 kilómetros de Túnez, ha visto así como se saturaba su centro de acogida, pensado para albergar a cien personas.
Para aliviar la situación en Lampedusa se procedió a evacuar a unos 250 inmigrantes al puerto siciliano de Porto Empedocle.
El Gobierno regional de Sicilia ha enviado a la isla, de su competencia, el material necesario para efectuar pruebas en el centro de acogida a las personas que están en cuarentena.
Musumeci ha pedido a Roma que declare el estado de emergencia: «Hay un problema sanitario, social y económico, necesitamos respuestas inmediatas», aseguró el gobernador, también de derechas.
«Creemos que el fenómeno de los desembarcos debe estar en el centro de la atención del Gobierno nacional», urgió.
Este año ya se han superado el número de desembarcos del 2019. A fecha del 10 de julio han llegado a las costas italianas 8.087 migrantes, frente a los 3.165 que lo hicieron en el mismo periodo del año pasado, según datos del Ministerio del Interior.
La mayoría proceden de Túnez (1.833), seguidos de Bangladesh (1.383), Costa de Marfil (777), Argelia (489), Sudán (459), Marruecos (354), Guinea (245), Somalia (233), Mali (168) y Egipto (168).
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