Una cabina creada por una de las cajas de seguro médico de Israel permite a personas, potencialmente portadoras del COVID-19, hacerse una prueba en plena calle.
En el interior se encuentra un trabajador de la salud, que a través de largos guantes de goma introduce un hisopo en boca y nariz de la persona que se encuentra al otro lado del vidrio, quien poco antes le mostró su documento de identidad.
La prueba toma menos de dos minutos y el resultado lo notifican durante la jornada o al día siguiente. Asimismo, la muestra tomada la colocan en una nevera y la trasladan a un laboratorio donde la analizaran, explicó Michael Attal, jefe a cargo del proyecto.
El liderazgo tecnológico israelí nació como una necesidad desde 1948, cuando ocurrió la primera guerra arabe-israelí. Desde entonces tener un equipo médico y capital humano encargado del área de la salud es la prioridad. Para Israel desarrollar todo tipo de tecnologías es la razón de poder garantizar su existencia.
Las autoridades israelíes han reportado más de 12.500 casos de contagio de covid-19 y 140 fallecidos.
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