Luego de seis meses de pandemia, el Hospital Dr. Domingo Luciani, de El Llanito parece haber agotado su capacidad de servicio. El centro de salud, que no se incluyó en la lista original de centros centinelas para la atención de la COVID-19, absorbió gran parte de la carga de pacientes del este de Caracas desde abril. No obstante, desde hace una semana la falta de camas e insumos obligó al personal a referir a los nuevos casos a otros establecimientos.
Con información de El Pitazo
De acuerdo con trabajadores de la institución, la limitación de recursos se agravó en julio. Ese mes el país empezó a experimentar un aumento en el ritmo de transmisión de la enfermedad. Desde entonces los recursos se limitaron al abordaje del coronavirus. La suspensión de cirugías selectivas y la reducción de la atención en la emergencia permitió sortear un incremento aún más acelerado de casos en agosto. Este mes la insuficiencia se hizo casi imposible de paliar.
«Sencillamente ya no se pueden recibir más pacientes. Estamos saturados en lo humano, en espacio e insumos. Este no era un centro centinela, pero sirvió de de desahogo para otros hospitales en peores condiciones, durante los primeros meses de la pandemia. En abril se nos habilitó como centinela, formalmente, sin que esto se viera en una mejora para la atención. Solo traen pacientes y aquí tenemos que resolver», señaló Albert Pereira, camillero.
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El desvío de los pacientes ha mostrado otra cara del deterioro en la capacidad de respuesta del hospital. Traslados que podrían ejecutarse en horas, se completan en días por la escasez de ambulancias. A la reducción de la flota de vehículos se sumó, como hecho sobrevenido, la escasez de gasolina. Por lo que el transporte depende la mayoría de las veces de unidades militares a cargo de la logística del Poliedro.
El Poliedro de Caracas es el centro más cercano en la ciudad para recibir a personas infectadas con el coronavirus. El trayecto, que va del este al extremo suroeste de Caracas, supera los 17 kilómetros. Hasta la fecha no existe siquiera un protocolo que asegure un traslado eficaz y seguro. Los trabajadores insisten en que, pese a que surgieron la implementación de un plan de contingencia, que permita evaluar cada caso y garantizar el menor riesgo de propagación o la salud de los infectados, la petición no ha recibido respuesta.
La espera ha significado el agravamiento de pacientes con condiciones graves, a quienes sin otra opción se les aplicaron intervenciones en espacios compartidos. Esta situación es contraria a lo dispuesto en los protocolos de seguimiento de los internos, que elaboró el Ministerio de Salud en febrero pasado.
Con información de El Pitazo
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