Rumanía informó el martes de cifras récord de muertes e infecciones diarias por coronavirus, cuando un sistema hospitalario se estiró al límite debido a que la segunda tasa de vacunación más baja de la UE se quedó sin camas de cuidados intensivos.
Las nuevas infecciones en las 24 horas anteriores superaron las 18.800, mientras que 574 personas murieron a causa del virus, mostraron datos oficiales.
Con las camas de emergencia completamente ocupadas en todo el país, las imágenes de televisión de los hospitales de Bucarest mostraban a pacientes acostados en colchones en el suelo o sosteniendo tanques de oxígeno en bancos abarrotados en los pasillos. Morgues también estaba funcionando a plena capacidad.
«No hay espacio suficiente para atender todos los casos que nos necesitan», dijo el médico de cuidados intensivos Claudiu Rusu. «Si la tasa de vacunación hubiera estado entre el 70 y el 80%, ahora tendríamos diez veces menos muertes».
Rumania ha logrado inocular completamente solo el 36% de su población adulta contra un promedio de la Unión Europea del 74%.
Una persona murió por COVID-19 cada cinco minutos en Rumania durante octubre, cuando más del 90% de las muertes por coronavirus fueron de personas no vacunadas, según muestran los datos. Aproximadamente el 13% de las 42.000 muertes relacionadas con la epidemia en general se han producido este mes.
La baja tasa de vacunación ha puesto de manifiesto una desconfianza arraigada en las instituciones estatales, campañas de desinformación, una infraestructura rural deficiente y una educación sobre vacunas deficiente.
Una experta de la Organización Mundial de la Salud llegó a Rumania el martes para una estadía de 60 días durante la cual hará recomendaciones sobre cómo aumentar la ingesta de vacunas, dijo un viceministro de Salud.
El gobierno centrista del primer ministro Florin Citu, que alivió las restricciones de COVID-19 durante el verano a pesar de la baja tasa de vacunación, no alcanzó la meta de vacunar a 10 millones de personas para septiembre, con poco más de 6 millones inoculados.
Desde entonces, el gobierno ha fallado en un voto de censura y está gobernando con poderes limitados hasta que se nombre un nuevo gabinete.
Incluso antes de la pandemia, el sistema de salud de Rumania había estado bajo presión, perseguido por la corrupción, las ineficiencias y la gestión politizada. El país tiene una de las infraestructuras sanitarias menos desarrolladas de la UE.
Reuters
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