Según un estudio de julio de 2020 realizado por la organización Epicentre, que apoya las tareas epidemiológicas de la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF), «el coste de una prueba PCR se sitúa entre 15 y 25 euros dependiendo de los métodos».
El número de test de diagnóstico PCR se ha multiplicado en estos días, bien porque cada vez hay países que los exigen a los viajeros que llegan a su territorio, bien porque las personas prefieren someterse a uno antes de visitar a sus seres queridos.
Paralelamente a este aumento de las pruebas, los expertos consultados por la AFP lamentan la guerra de precios, que penaliza a los más pobres y también a la lucha contra la pandemia.
Cuando Fithrah Auliya Ansar, que había viajado con su hija y su marido a una boda a la isla de Sulawesi en Indonesia, quiso volver a su casa en Sumatra, las reglas habían cambiado y era necesario un test PCR para volver. La familia tenía que pagar 170 dólares y la mujer decidió retrasar su vuelta hasta que «el gobierno cambie las normas», explica a la AFP.
La situación se repite, independientemente de los continentes. En Rosebank, un barrio acomodado a las afueras de Johannesburgo, en Sudáfrica, el test PCR, realizado en el parking de un laboratorio cuesta 850 rands, es decir más de 50 dólares.
«¿Quién puede pagar una suma así en este país?», se pregunta la canadiense Lauren Gelfand, que tiene que hacerse la prueba para volver a su casa, en Nairobi.
Pero este no es en absoluto el test más caro del mundo. Según un estudio de la empresa de seguros April, una prueba PCR puede costar unos 153 euros (188 dólares) en Estados Unidos, 250 euros (307 dólares) en el Reino Unido y hasta 347 (426 dólares) en Japón.
«Las diferencias se deben a las circunstancias médicas del país. En algunos, ir a un médico significa acudir al sector privado donde los cuidados son extremadamente caros», dice Isabelle Moins, directora general de los seguros April International.
Pero sin embargo, los test siguen siendo prácticamente imprescindibles para viajar. En noviembre, la Organización Mundial del Turismo (OMT) contabilizó 126 países que exigían pruebas PCR a los turistas internacionales.
En países como Francia, por ejemplo, la prueba es gratuita, independientemente de las circunstancias que la motiven. Pero en otros lugares solo reembolsan a los pacientes con síntomas o en el mejor de los casos a los que han tenido contacto con un enfermo. Eso implica que numerosos viajeros deben pagar ellos mismos por la prueba.
Para leer la nota completa, pulsa aquí
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.