Sri Lanka impondrá a partir de la próxima medianoche el cierre de sus fronteras a la entrada de viajeros llegados desde el exterior, una medida que busca controlar la escalada de casos de coronavirus en el país.
Las restricciones se mantendrán en vigor en un principio hasta el 31 de mayo, aunque «no afectará a quienes planean viajar fuera del país», afirmó a Efe el director general de Aviación Civil y presidente de la Autoridad de Aviación Civil, Themiya Abeywickrama.
Esta prohibición supondrá un duro golpe al importante sector turístico de Sri Lanka después de que el 21 de enero, tras una pausa de diez meses por la covid, abriese sus fronteras para todos los pasajeros.
Además las autoridades isleñas han impuesto también restricciones de viaje dentro del país desde la pasada medianoche para tratar de detener la propagación del virus en su territorio, sobre todo tras detectar hace dos semanas la variante de la vecina India, aparentemente mucho más contagiosa.
«La nueva variante se está extendiendo rápido y las muertes han aumentado», advirtió la viceministra para el Control de la covid-19, la doctora Sudarshini Fernandopulle, al tiempo que pidió a toda la población que actúe con responsabilidad.
Con más de un millar de muertes y 154.000 casos desde el inicio de la pandemia, este país de 22 millones de habitantes ha llegado a reportar más de 3.000 casos diarios, un número que según Fernandopulle podría ser tres veces más bajo que la cifra real.
VACUNAS Y TURISMO
Ante esta situación, una de las principales salidas a la crisis sanitaria es acelerar la campaña de vacunación, pero la situación sin precedentes en la vecina India, uno de los principales productores de vacunas del mundo, ha dejado al país en manos de China para continuar abasteciéndose de dosis contra la covid.
La Embajada de China en Sri Lanka informó ayer de que la próxima semana enviará 500.000 dosis más de Sinopharm a la isla, elevando el total de las donaciones chinas a 1,1 millones de vacunas.
Además Sri Lanka ha recibido 1,2 millones de dosis del programa Covax o donaciones de AstraZeneka de la India, además de 15.000 dosis de la rusa Sputnik V.
Hasta ahora 1,3 millones de ciudadanos de Sri Lanka han recibido al menos una de las dos dosis de las vacunas.
Mientras tanto la importante industria del turismo en este país de playas de arena blanca y colinas de té lucha por sobrevivir, después de recibir el impacto sucesivo primero de los atentados del domingo de Pascua en 2019 y luego el año y medio de pandemia.
Gamini Jayasundara, de 59 años, un guía turístico de la localidad occidental de Homagama, perdió su trabajo ante la falta de visitantes extranjeros, y ahora es incapaz de encontrar otro empleo ante las nuevas restricciones por el aumento de casos de covid.
Este mes una empresa de alquiler le ha quitado su vehículo al no poder hacer frente a las facturas, explicó a Efe.
«Toda mi vida ha dado un vuelco. No sé qué hacer», lamentó. EFE
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