El gobierno peruano desmintió este sábado que las vacunas chinas compradas por Lima tengan poca eficacia ante el covid-19, luego de la difusión del reporte de un ensayo clínico que afirmaba que solo inmuniza a un tercio de los pacientes.
AFP
El reporte, publicado por el canal de TV Willax tres semanas después de que estallara el escándalo «Vacunagate» o «VacunaVIP» de inmunizaciones anticipadas de 470 personas, puso otra vez en jaque el proceso de inoculación en un país muy golpeado por la pandemia y en medio de una reñida campaña electoral.
«Nos parece muy irresponsable sacar verdades a medias», dijo la número dos del gobierno peruano, Violeta Bermúdez, en una rueda de prensa, afirmando que el reporte difundido era preliminar -y no el definitivo- del ensayo clínico de la vacuna china de Sinopharm en Perú.
«El propósito que está detrás [de la difusión del reporte] es hacer que fracase el proceso de vacunación», afirmó Bermúdez, asegurando que Perú compró vacunas de Sinopharm para inmunizar a la población en enero luego de estudios en otros países que concluyeron que tenía un 79,34% de eficacia.
«Hemos encargado al Ministerio de Justicia que analice la situación para evaluar qué medidas legales vamos a adoptar» por la difusión de ese información, y destacó que no ha concluido todavía el ensayo de la vacuna en Perú, del cual fue filtrado el polémico reporte.
La controversia llegó al Congreso peruano, con la convocatoria a una sesión de emergencia este domingo de la Comisión Especial de Seguimiento de Emergencias, en la que deben comparecer los responsables del ensayo clínico.
Reacción de laboratorio chino
El laboratorio chino Sinopharm expresó en un comunicado que «los datos en el reportaje son incompletos, no cuentan con carácter científico y no reflejan de una manera auténtica ni completa el efecto protector de la vacuna».
El informe publicado «carece severamente de veracidad y es sumamente irresponsable», por lo que el laboratorio se «reserva el derecho a exigir las responsabilidades» judicialmente, agrega el comunicado distribuido por la embajada china en Lima.
El 20 de febrero, el nuevo canciller de Perú, Allan Wagner, advirtió que las controversias en la vacunación podían dañar los lazos con China, el principal socio comercial de su país.
«Hay que tener mucho cuidado con nuestras relaciones con la República Popular China», expresó entonces el canciller.
Wagner sustituyó en la cancillería a Elizabeth Astete, quien dimitió el 14 de febrero tras admitir que era una de las 470 personas vacunadas en forma irregular. También renunció la entonces ministra de Salud, Pilar Mazzetti, quien también había recibido en secreto las dosis chinas.
Informe final en ocho semanas
El médico encargado del ensayo clínico en Perú, Germán Málaga, fue separado de su cargo y ahora está bajo la lupa de la fiscalía por la inmunización irregular de las 470 personas, entre ellos el expresidente Martín Vizcarra.
La médica investigadora que reemplazó a Málaga, Coralith García, confirmó que la Universidad Peruana Cayetano Heredía (privada) todavía no termina el ensayo clínico y dijo el informe final sería divulgado en ocho semanas.
«La información limpia, final, no la tenemos en este momento», dijo la doctora García a la emisora RPP.
Bermúdez insistió en que el gobierno denunciará «cualquier intento que atente contra la salud pública», al asegurar que la difusión del reporte buscaba que la gente desista de vacunarse.
Perú compró un millón de dosis de Sinopharm, con las que está vacunando al personal sanitario, y negocia la compra de otros 37 millones de dosis. También ha adquirido 20 millones vacunas estadounidenses de Pfizer, de las que han llegado solo 50.000.
«Destituir a Sagasti»
La vacunación en Perú ha estado rodeada de grandes polémicas desde que comenzó hace un mes, y es tema recurrente de críticas de algunos de los 18 candidatos presidenciales en liza para los comicios del 11 de abril.
Varios candidatos han exigido al gobierno que autorice a las empresas privadas a importar vacunas para inmunizar a sus trabajadores, pero el presidente interino, Francisco Sagasti, lo rechaza de plano.
La nueva controversia sobre la vacuna china echó más leña a la hoguera y dio pie al candidato presidencial ultraconservador Rafael López Aliaga a proponer este sábado que Sagasti sea destituido por el Congreso, como hizo en noviembre con Vizcarra.
En una entrevista con el canal Willax, el mismo que desató la polémica, López Aliaga dijo que la vacuna china «no sirve» y propuso que Sagasti, cuyo mandato culmina en julio, sea sustituido por el legislador Otto Guibovich.
Con 33 millones de habitantes, Perú acumula más de 1,3 millones de contagios de covid-19 y 47.681 muertos.
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