Mark Oakes celebra la vida a sus 51 años. El ex fisicoculturista británico se siente agradecido, sobre todo con su familia, por haber estado en uno de los momentos más difíciles de su vida cuando a mediados del año pasado lo diagnosticaron con sepsis y su vida pendía de un hilo.
“No sabía nada sobre la sepsis. Tenía la percepción de que era algo que se encontraba en personas que se habían hecho tatuajes en lugares poco higiénicos o en alguien que había sufrido una mordida horrible en un país tropical. También pensé que sería fácil tratarla, pero no sabía que mataba a unas 50 mil de 250 mil personas afectadas en Reino Unido por año. No sabía que es la principal causa de muerte a nivel mundial”, reconoció el ex ganador del Campeonato Mundial Profesional de Fisicoculturismo en 2013, en diálogo con Essexlive.
La historia de Oakes tuvo su inicio en julio del 2022, cuando regresó a su casa después de haber salido a andar en bicicleta por el bosque. Ya en su hogar, se puso a limpiar las ventanas y fue en ese momento cuando sintió que su hombro hizo un chasquido al que no le dio importancia, pensando que podría tratarse de un mal movimiento.
Horas más tarde, sin embargo, ya no podía mover el brazo. Tomó un antiinflamatorio y se acostó. Al día siguiente comenzó a tener fiebre y temblores en su cuerpo, por lo que decidió ir al Hospital Princess Alexandra para que lo examinaran. El médico de Urgencias lo vio y lo derivó con un ortopedista al ver que tenía el hombro inmovilizado.
La semana siguiente fue un calvario para Mark. Mientras intentaba paliar el dolor con analgésicos, le preocupaba el hecho de no poder ir al baño durante esos siete días, además de tener dificultades para dormir y respirar.
Al ver que algo no andaba bien, decidió medir el oxígeno en sangre utilizando el reloj inteligente de su esposa Heather y se sorprendió con el resultado: tenía un 68%, cuando lo saludable es tener entre 95 y 100. Al notar eso, volvió al centro médico y fue derivado a una cirugía para drenarle el hombro. Pero mientras estaba inconsciente por la anestesia general, su hígado y riñones comenzaron a fallar, al mismo tiempo que sus pulmones se empezaron a llenar de líquido.
Fue entonces que los profesionales decidieron mantenerlo anestesiado y enviarlo a la Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). Mark se despertó 17 horas más tarde en la cama hospitalaria con una máscara de oxígeno en el rostro y un médico le diagnosticó sepsis.
La organización benéfica Sepsisresearch.org.uk, con la que hoy trabaja codo a codo, informa que la afección se produce “cuando el sistema inmunológico reacciona de forma exagerada y comienza a atacar no solo la infección, sino a todo lo que la rodea, incluidos los propios tejidos y órganos del cuerpo. Cualquier tipo de infección (bacteriana, viral o fúngica ) puede provocar sepsis”. Al mismo tiempo, detalla que, “es la principal causa de muerte evitable en el mundo. Es una afección mortal que puede matar a un adulto previamente sano en cuestión de horas”.
El ex fisicoculturista y karateca (cinturón negro) estuvo 10 días en la UCI sin evidenciar mejorías. “Debió haber sido muy duro para Heather (su esposa) cuando los médicos le dijeron que la infección se estaba volviendo más fuerte que yo, y que debería considerar traer a Lincoln (el hijo que tienen en común) para decirme adiós”, recordó.
“Yo tenía una sensación muy fuerte de ‘Debo sobrevivir… mi hijo y mi familia me necesitan’. Quiero que Lincoln me conozca a medida que crezca”. El pequeño de siete años sabía que su padre no estaba bien, pero nunca supo a lo que realmente se estaba enfrentando. “Heather trabajó excepcionalmente duro para mantener su vida lo más normal posible, además de visitarme. Ella ha tenido el viaje más duro de todos nosotros, sin dudas”, reconoció.
Afortunadamente el tratamiento comenzó a dar buenos resultados, la salud de Mark empezó a reestablecerse lentamente y fue cuando se estabilizó, el momento en el que Lincoln lo visitó por primera vez.
Los problemas en el hombro y la fatiga corporal persistían producto de la enfermedad, pero tras 20 días en los que visitó distintos hospitales para someterse a estudios y diversos medicamentos, fue dado de alta. En el camino había sufrido una artritis séptica y un shock séptico en el cuerpo. También debió someterse a dos cirugías en septiembre y diciembre del 2022, y una tercera en abril del 2023.
A través de su cuenta de Instagram, recientemente anunció que protagonizará lo que espera sea “la cuarta y última cirugía después de 12 meses y muchos antibióticos. Con suerte será el fin de esto”. “¿Sabías que septiembre es el mes de la concientización sobre sepsis? Si me puede pasar a mí, le puede pasar a cualquiera”, sentenció en el último posteo de su red social.
Mientras transita lo que podrían ser sus últimos pasos de la enfermedad, Mark Oakes continúa desempeñándose como vicepresidente y juez principal de la UKDFBA, una asociación de culturismo en la que compitió durante muchos años antes de retirarse. Al mismo tiempo, también colabora con la organización Sepsis Research FEAT, con el objetivo de crear conciencia sobre la afección, además de aportar financiamiento en las investigaciones relacionadas.
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