El venezolano Ronald Acuña se desbordó este domingo en las Grandes Ligas al jonronear en el doble-juego que sus Bravos de Atlanta vencieron a los Filis de Filadelfia 5×2 y 8×0, mientras que los Padres de San Diego explotaron con seis vuelacercas en triunfo sobre los Diamondbacks de Arizona.
AFP
Acuña coronó su ofensiva de largo metraje con dos vuelabardas al cierre de la jornada al irse de 4-4, incluido dos bambinazos, el segundo con un hombre base, mientras que su compañero Freddy Freeman también se iba del parque con un bambinazo de dos anotaciones.
Ambos toletazos le aseguraron la victoria al abridor Max Fried (3-0), quien esparció cuatro imparables en cinco episodios en blanco, en los que propinó seis ponches.
La derrota la encajó Spencer Howard (0-1), al ser castigado con siete inatrapables con cuatro anotaciones.
En el primer partido, Acuña conectó un jonrón de dos carreras y sus Bravos derrotaron 5×2 a los Filis.
Los Bravos anotaron cinco carreras decisivas en la quinta entrada, contra el abridor Vince Velásquez, que se fue con un corredor en base y Acuña después se fue del parque contra el relevista venezolano Deolis Guerra (1-1), finalmente el derrotado.
El toletero Adam Duvall conectó después un doble de tres carreras contra el apagafuegos Adam Morgan para ampliar la ventaja a 5×1.
El relevista Tyler Matzek (2-0) lanzó una entrada y un tercio en blanco para llevarse la victoria y el taponero Mark Melancon trabajó un noveno sin anotaciones para su tercer salvamento.
– Padres castigan duro –
En San Diego, los anfitriones Padres hicieron cantar el madero con seis metrallazos de cuatro esquina para aplastar a los D’Backs 9×5.
Los cañonazos fueron de los dominicanos Fernando Tatis, Francisco Mejía y dos de Manny Machado, además de los de Wil Myers y Ty France.
El abridor Dinelson Lamet (2-0) estuvo brillante ya que perdió el ‘no-hitter’ faltando un out para terminar el partido de siete entradas bajo la regla de jugar siete capítulos cuando hay doble-cartelera. Lamett ponchó a 11 bateadores.
Los Padres siguen siendo el único equipo de las Grandes Ligas sin un juego sin hits ni carreras, en una larga historia de 8.154 partidos desde 1969.
Los Cardenales de St. Louis, afectados por el coronavirus, que no han jugado un partido de Grandes Ligas desde el 29 de julio, no saldrán al campo antes del jueves después de que se pospusiera este domingo una serie de tres juegos contra Pittsburgh.
Los oficiales de la MLB retrasaron los encuentros, programados desde el lunes al miércoles en el Busch Stadium en St. Louis, a raíz de más pruebas positivas que involucraron a los Cardenales, que han tenido nueve jugadores y siete empleados dando positivo por COVID-19 desde la semana pasada.
Eso incluye a dos jugadores, el jardinero Austin Dean y el lanzador de relevo Ryan Helsley, y un miembro del personal no identificado que dio positivo el viernes.
“A la luz de los resultados positivos más recientes de las pruebas, MLB y el club creen que es prudente realizar pruebas adicionales mientras los jugadores y el personal están en cuarentena antes de que el equipo vuelva a jugar”, dijo la MLB en un comunicado.
Los Cardenales se ubican 2-3 después de ganar sus primeros juegos en casa contra Pittsburgh del 24 al 25 de julio, luego perder ante los Piratas y perder dos en Minnesota cuando MLB comenzó después de que la apertura de la temporada planificada en marzo se retrasó por el brote de COVID-19.
Desde entonces, los Cardenales han pospuesto cuatro juegos en Milwaukee, tres más contra Detroit indefinidamente y una serie de tres encuentros este fin de semana contra los Cachorros de Chicago.
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