Cuando la recepción de petros como método de pago inició, promovida por el régimen de Nicolás Maduro, la promesa estatal al sector privado era que los comercios aceptarían la moneda digital que luego sería canjeada en bolívares a través del Banco de Venezuela, la institución bancaria encargada de suministrar el sistema biométrico captahuella conocido como biopago. Sin embargo, esto no sucedió así.
Laura Clisánchez / Correo del Caroní
“El biopago fue asignado a mediados del 2019 a nuestro frigorífico. Se hacían algunas ventas y la plata la abonaban de inmediato, al siguiente día nosotros revisábamos en nuestra cuenta jurídica y la plata ya estaba disponible”, comentó Octavio Páez, comerciante y miembro de la Cámara Nacional de Carnicería, quien además es dueño de la carnicería Hermanos Páez, empresa que tiene 18 años en el mercado.
A partir del 31 de diciembre de 2019, el sistema comenzó a colapsar, la plataforma se caía y pasaban hasta cinco horas sin sistema. Con el nuevo año, se acabó la promesa, pues el reembolso en bolívares dejó de ser abonado.
“He conversado con colegas en todo el territorio nacional, todos presentan el mismo problema, no les han abonado. Los proveedores han informado a los comerciantes que está en peligro su código de asignación de mercancía, estamos alarmados”, alertó.
El petro es una moneda virtual lanzada por el régimen de Nicolás Maduro en febrero de 2018, como punta de lanza de un plan de recuperación del país, que desde entonces ha pisado el acelerador a la crisis. Aunque el mandatario soñaba con que la criptomoneda tuviera un desempeño próspero, los resultados han sido insatisfactorios. En esa búsqueda, sin embargo, improvisó pagar un bono de medio petro a los jubilados, que han tenido que chocar con lo engorroso del pago con esta moneda.
Sin garantías
A raíz de la suspensión por mantenimiento del sistema biopago en petros desde el 04 de enero de este año, la incertidumbre se apoderó de los comerciantes. El régimen anunció que el dinero les sería abonado en petros para que pudiesen pagar el Impuesto Sobre La Renta (ISLR) y los servicios públicos. Pero las restricciones no terminan: el único banco que acepta transacciones en esta moneda es el Banco de Venezuela.
“Lo que ellos explican es que se ha revalorizado porque el valor del petro subió. Lo último que han explicado es que va a servir para pagar los servicios públicos pero no las contraprestaciones de un proveedor. Yo no le puedo decir a Polar o a cualquier proveedor que le voy a pagar en petros… y menos si no tienen la plataforma”, explicó una comerciante, quien pidió mantener su nombre en reserva por temor a represalias.
La empresaria lamenta que los comerciantes estén obligados a recibir esta forma de pago sin garantías de recibir el reembolso en bolívares, lo que se traduce en una descapitalización notoria. Señala que la situación se complica debido a que los bancos no están emitiendo créditos. Eso hace que tanto comerciantes como empresarios no puedan acceder a créditos para poder reponer inventario.
Fidel Hernández, presidente del Colegio de Economistas del estado Bolívar y director de la Cámara de Comercio e Industrias del municipio Caroní (Camcaroní), explicó que esta medida acorraló a los comerciantes, pues ocurre lo que él denomina la “esterilización del capital”, que implica que gran parte del capital de trabajo no puede utilizarse para comprar más inventario, pagar servicios y pagar a los trabajadores.
El economista enfatizó que este sistema de pago incrementó la capacidad de consumo de forma inesperada y no adaptada a los niveles de producción de la sociedad, de modo que no hay contraprestación de bienes y servicios, lo que se traduce en el disparo de los precios y la dolarización de facto.
“La promesa que le hicieron a cadenas comercializadoras de bienes y servicios para que aceptaran el biopago y el pago en petros lo que hizo fue disfrazar un incremento de la oferta monetaria que actualmente se encuentra en 10.000% en el país que va creciendo a un ritmo superior a la inflación cuyo índice es de 7.000%”, explicó.
Viabilidad cuestionada
La viabilidad de este sistema de pago ha sido cuestionada por el gremio de comerciantes de Puerto Ordaz. “El petro no es viable en el país, no termina de ser una moneda virtual o una criptomoneda o un activo de la nación y está mal enfocado. Una criptomoneda se basa es en la confianza para poder intercambiarla, sino no tiene validez y su valor no irá aumentando”, declaró Jonathan Veracierta, miembro de la Asociación de Empresarios y Comerciantes del Centro de Puerto Ordaz.
A pesar de esto, el empresario ve potencial en la actividad comercial de Venezuela como motor para sobrevivir a la crisis económica del país.
“Es la producción privada, la libre empresa la que genera empleos, lo que pone la circulación del dinero en la calle y este año estamos apuntando a eso (…) Debimos haberlo hecho hace rato si hubiésemos estado unidos. De esa manera podemos ejercer presión para que el gobierno tome las medidas económicas adecuadas”, aseguró.
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