Argentina parece estar encerrada en un laberinto sin salida. La inflación, los bajos salarios y la inseguridad conforman un cóctel difícil de soportar para muchos nacionales, pero sobre todo para los extranjeros que muchas veces no pueden acceder a las mismas facilidades laborales o sociales.
Es así como en los últimos días se conoció el dato -no oficial- a través de distintos agentes de turismo que hay cerca de mil venezolanos que deciden irse de Argentina. Muchos llegaron en los últimos años escapando de la galopante crisis económica que vivían en Venezuela, pero ahora se encuentran con que la situación no es la mejor, aunque no llega a ser tan mala como la que conocieron.
Para tener parámetros, según la consultora económica Focus Market, en los últimos seis años, la inflación acumulada en Argentina fue de 826%, una cifra insostenible para cualquier bolsillo. Tan sólo el año pasado el índice de aumento de precios se ubicó en el 50,9% y los especialistas esperan que esta tendencia siga en aumento para lo que resta de 2022.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, saluda a sus simpatizantes durante una manifestación para conmemorar el Día de los Derechos Humanos frente al palacio presidencial Casa Rosada, en Buenos Aires, Argentina, el 10 de diciembre de 2021
Las expectativas no son las mejores a pesar de que Argentina llegó a un principio de entendimiento con el Fondo Monetario Internacional para pagar la multimillonaria deuda que el país acarrea desde la gestión del presidente Mauricio Macri. Si bien el programa del FMI exige políticas restrictivas y de recorte, se esperaba que la proyección mejore con un acuerdo.
“La inflación de Argentina es estructural con distintos problemas que debemos resolverlo con proyectos a mediano y largo plazo”, explicó durante una entrevista con la Voz de América la economista argentina Pía Garavaglia. Ella misma explicó que uno de los principales desafíos se concentra en el mercado laboral y en la redistribución de los ingresos
Es una problemática que queda a la vista al caminar la calle. “Hace 5 años mi sueldo en dólares rondaba los 1.000, hoy no llega a 400”, reclamó una trabajadora durante una serie de consultas realizadas en la vía pública.
Otra mujer, colombiana, contó que llegó al país hace 10 años y nunca encontró una estabilidad económica: “Los sueldos son muy bajos y a veces es difícil hasta pagar la renta”.
Estas son las variables que hacen que muchos venezolanos decidan volver a Venezuela o, simplemente, buscar otro destino dentro de América Latina.
“Salimos del infierno y llegamos al purgatorio, eso es la vida del venezolano en la Argentina hoy en día, y es una triste realidad porque es un país que nos ha dado incluso más que el nuestro”, reflexionó Napoleón Lazardi, economista venezolano en Argentina.
Con información de La Voz de América
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