En el mundo del espectáculo no faltan historiales delictivos (propios o familiares), oscuros pasados con condenas de por medio y trágicos sucesos que, seguramente, a algunas de las estrellas de Hollywood les gustaría eliminar de sus vidas. Algunos lograron redimirse y de los errores lograron aprender. Otros, pidieron disculpas pero el daño ya estaba hecho. Desde narcotráfico hasta homicidios, hay de todo.
Por infobae.com
La actriz Leighton Meester que dio vida a la engreída y glamorosa Blair Warldof en “Gossip Girl”, nació en la cárcel y fue sobrina de una de las mujeres más buscadas de Estados Unidos, mientras que Woody Harrelson es hijo de un asesino a sueldo de Texas que pasó más de la mitad de su vida en prisión, pagando por los crímenes que cometió a sangre fría. En tanto, la madre de Charlize Theron mató a su esposo y padre de la actriz sudafricana por defensa propia.
Pero las celebridades también se metieron en problemas con la Justicia por homicidios involuntarios o por introducirse en las drogas, como fue el caso de uno de los actores mejor del cine: Mark Wahlberg, que a los 13 años era adicto a la cocaína y a los 16 terminó en un correccional de menores.
Algunas estrellas cargan con el peso que supone que sus progenitores se sentaran en el banquillo de acusados.
Uno de los casos más populares es el de Gerda Maritz, la madre de Charlize Theron, quien el 21 de junio de 1991, disparó y mató en defensa propia a Charles Theron, el alcohólico y violento padre de la actriz que había convertido la vida de ambas en una pesadilla. Finalmente fue absuelta de todos los cargos por un tribunal de Johannesburgo, Sudáfrica, y la propia actriz se ha encargado de decir en repetidas ocasiones que admira la valentía de su madre, a quien considera todo un ejemplo a seguir.
Otra actriz con una madre que tuvo que vérselas con la justicia es Leighton Meester, quien fuera Blair Waldorf en “Gossip Girl”. Constance Haas dio a la luz a Leighton en 1986 mientras cumplía condena (al igual que el padre de la actriz) en una prisión federal después de que ambos fuesen condenados por participar de una red de narcotráfico que contrabandeó marihuana desde Jamaica a Estados Unidos. Durante ese tiempo, la bebé quedó bajo el cuidado de su abuela materna, ya que tanto su padre como su abuelo también se encontraban en la cárcel por contrabando.
Pero si hay un actor al que le gustaría borrar todo el historial delictivo familiar, ese es Woody Harrelson, cuyo padre no fue otro que Charles Voyde Harrelson, un peligroso un asesino a sueldo nacido en Texas en 1938 y que tuvo en jaque a las autoridades.
Fue encontrado culpable del asesinto por encargo a Sam Degelia, un comerciante de granos y padre de cuatro niños, por el que habría cobrado 2 mil dólares. Poco después volvía estar implicado en otro crimen junto a su nueva esposa, Jo Ann. El del juez federal John H. Wood Jr., asesinado de un disparo por órdenes de un traficante.
El padre del actor fue sentenciado a cadena perpetua, mientras su esposa recibió 25 años.
Condenado en varias ocasiones por diferentes crímenes y llegando a haber visto reducida su condena por buena conducta, a Harrelson padre se lo llegó a relacionar con el asesinato de John F. Kennedy. El 4 de julio de 1995 intentó de escapar de una prisión federal en Atlanta. Woody confesó haber visitado a su padre, de quien no supo su identidad hasta 1981, a la cárcel varias veces . Charles Harrelson, de 69 años, fue hallado sin vida en su celda la mañana del pasado 15 de marzo en 2007. Murió de un ataque al corazón.
Otros actores que sí fueron condenados por su delitos fueron Tim Allen y Mark Walhberg en 1978 y 1993, respectivamente. Allen, mucho antes de iniciar su carrera como actor, fue condenado a tres años en la prisión federal de Minnesota después de haber sido arrestado en 1978 en el Aeropuerto Internacional Kalamazoo de Michigan por posesión de cocaína. Declarándose culpable de cargos de tráfico de drogas (la cantidad incautada ascendía a los 650 gramos), el actor cargó con la culpa y años más tarde confesó que “esa experiencia me puso en una posición de total humildad”.
Antes de ser famoso y millonario, Mark Walhberg fue un adolescente conflictivo. A la temprana edad de 13 años ya era consumidor habitual de cocaína y otras sustancias, y a los 16 fue cuando tocó fondo. “Cuando tenía 13, 14, 15, tenía un problema de cocaína bastante grave”, dijo Wahlberg a Vanity Fair en 2001. En 1988 el actor intentó robar dos cajas de alcohol a un hombre que estaba fuera de una tienda cerca de su casa. Según dijo, golpeó a su víctima en la cabeza con un palo de madera y después corrió para escapar de la policía, lanzando un puñetazo en el rostro a otro hombre en medio de la fuga. Fue sentenciado a 90 días de cárcel, de los cuales cumplió solo 45. En 1992, evitó cargos criminales por agresión tras llegar a un acuerdo con su víctima, un guardia de seguridad de 20 años, de nombre Robert D. Crehan, al que pateó en la cara varias veces mientras su guardaespaldas lo sujetaba.
Un hecho reciente y indignó a Hollywood fue el caso de Emile Hirsch, el protagonista de “Hacia rutas salvajes”, que agredió físicamente a una ejecutiva de Paramount a punto de dejarla inconsciente en una discoteca de Utah durante el Festival de Sundance. en 2015. Hirsch se declaró culpable del ataque a Daniele Bernfeld, que declaró ante el juez que pensó que iba a morir cuando el actor la atacó por la espalda y la empujó hacia una mesa. Tras llegar a un acuerdo, el intérprete evitó la pena máxima de cinco años en prisión. Fue sentenciado a pasar 15 días en la cárcel y a realizar 50 horas de trabajos comunitarios.
Y de historiales delictivos de familiares y condenas por agresión y tráfico de drogas, también hay casos que suponen una carga mucho más dura. Y es que en la industria del entretenimiento son varios los actores que deben vivir a día de hoy con la carga de haber sido los culpables de homicidios involuntarios.
Uno de los casos más escandalosos sucedió en 1987 . La pareja compuesta por los actores Matthew Broderick y Jennifer Grey, conocida por “Dirty Dancing”, protagonizaron un accidente de tránsito con fatales consecuencias en Irlanda. Al parecer, el automóvil conducido por Broderick invadió el carril contrario chocándose de frente con otro. Los pasajeros del vehículo Margaret Doherty y Anne Gallagher, madre e hija, murieron en el acto mientras que los actores tan solo sufrieron algunas contusiones. Tras enfrentarse a una condena de cinco años de prisión, la estrella de Hollywood eludió la cárcel y tan solo tuvo que hacer frente a una irrisoria multa de 175 dólares por conducción temeraria. Grey trató de rehacer su carrera, pero a pesar del éxito que tenía no podía disfrutarlo. “Mi cabeza nunca volvió a ser la misma, mi ambición nunca volvió a ser la misma”, explicó la actriz muchos años más tarde. Al momento del hecho, tenía apenas 25 años y estaba en el mejor momento de su carrera.
Otra actriz que tiene que convivir con el cargo de conciencia por haber sido la culpable de una muerte es la actriz Rebecca Gayheart, quien en 2001 atropelló y mató en Los Ángeles a un niño de nueve años llamado Jorge Cruz, Jr. que volvía del colegio. El niño moría días después en un hospital a causa de las heridas ocasionadas por el accidente. Fue condenada a tres años de libertad condicional, un año de suspensión de carnet de conducir, 750 horas de servicio comunitario y una multa de 2.800 dólares. Un testigo afirmó que la actriz iba hablando por el móvil cuando ocurrió el fatal accidente.
Lane Garrison, siendo actor de “Prison Break”, atropelló y mató a un joven de 17 años bajo los efectos del alcohol y las drogas en 2006. Con apenas 26 años fue sentenciado a 40 meses de prisión y a pagar indemnizaciones a los familiares de las víctimas del accidente. “Estoy asqueado por mi comportamiento, no dejo de pensar en lo que ocurrió”, afirmó Garrison antes de escuchar la sentencia.
Lillo Brancato Jr., conocido por ser el hijo de Robert de Niro en “A Bronx Tale” y por su participación “Los Sopranos”, fue condenado en 2009 a 10 años de cárcel por un intento de robo que terminó con la muerte de un policía fuera de servicio en diciembre de 2005. Aunque estaba acusado de asesinato, fue absuelto de este cargo y condenado por hurto a mano armada en el hecho ocurrido en el barrio del Bronx donde el agente Daniel Enchautegui murió de un balazo. Los abogados defensores señalaron que Brancato se encontraba bajo la influencia de drogas, una adicción que tenia desde los 15 años.
Los fiscales argumentaron Brancato Jr. debió haber sido culpado de asesinato debido a que actuó junto al hombre que disparó el arma. Steven Armento, de 51 años, fue declarado culpable del asesinato en un juicio aparte y condenado a prisión de por vida.
Otro caso sonado fue el de Fay DeWitt. Compañera de reparto del fallecido Robin Williams en la serie “Mork & Mindy”, fue acusada de asesinar a su marido, el dramaturgo Ray Allen, con un abrecartas. Fue absuelta cuando logró convencer al jurado de que cometió el crimen para defenderse de Allen cuando éste, en estado de embriaguez, la atacó.
En febrero de 2013, Amy Locane-Bovenizer de “Melrose Place” fue condenada a tres años de prisión tras ser declarada culpable de homicidio por la muerte 2010 de Helene Seeman. La actriz estaba borracha cuando chocó con su automóvil contra otro coche matando a la mujer. La sentencia indignó a los familiares de la víctima, que estaban esperando una condena de diez años.
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