No, Joaquin Phoenix no ha perdido 23 kilos comiendo solo una manzana al día.
Existe un dicho inglés, «one apple a day keeps the doctor away», que asegura que tomar una manzana al día es un hábito tan saludable que te mantiene alejado del médico. Pero este refrán anglosajón no dice nada sobre que esa manzana deba ser el único alimento que forme la dieta. Sin embargo, desde diferentes frentes (medios, algunos serios; redes sociales; algún interesado gurú de las dietas exprés…) afirmaron que Joaquin Phoenix (Puerto Rico, 1974) perdió 23 kilos para meterse en el papel del Joker alimentándose únicamente de una manzana diaria. Información que, en una sociedad donde las dietas milagro y los productos adelgazantes se han convertido en una obsesión, mucha gente tomó por cierta sin analizar las consecuencias. El propio actor lo desmintió rápidamente al conocer la peligrosa información que se estaba divulgando.
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«No me alimentaba solo con una manzana al día. También tomaba, entre otras cosas, lechuga y judías verdes al vapor…«, explicó el actor a Access. Phoenix, que estuvo cuatro meses a dieta para perder los 23 kilos, aseguró a la publicación estadounidense que siempre estuvo bajo supervisión médica: «Trabajé con un médico de confianza que me orientaba y se encargaba de controlar todo el proceso».
El auge de las conocidas como «dietas milagro» se debe a la fe que depositan en ellas aquellos que buscan transformar su cuerpo en tiempo récord con el menor esfuerzo posible. Anhelo que incentivan estrellas como Beyoncé, que perdió 10 kilos en 22 días siguiendo un estricto régimen vegano, Victoria Beckham o Gwyneth Paltrow, defensoras de la dieta alcalina (desaconseja consumir alimentos ácidos como carne o huevos). Lo mismo ocurre con modas recientes que prometen pérdidas de peso drásticas en un corto periodo de tiempo, como la dieta Keto o el ayuno intermitente (también llamado fasting). Todas desaconsejadas por las instituciones sanitarias.
Álvaro Sánchez, especialista en nutrición de Medicadiet, dice a ICON que a diario se encuentra en consulta con pacientes que buscan seguir este tipo de dietas con el objetivo de perder peso rápidamente. «Tanto el ayuno intermitente, que consiste en no tomar nada durante 16 horas y comer a lo largo de las ocho horas restantes, como la dieta keto, que elimina todos los carbohidratos (pasta, arroz, pan…), son muy poco aconsejables. En estos regímenes se reduce mucho la glucosa, se pierde masa muscular en vez de grasa y termina produciéndose un efecto rebote que hace que nada más abandonarla recuperemos el peso perdido y que la próxima vez que intentemos hacer dieta cueste muchísimo más perder kilos», señala Sánchez.
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Otra complicación que suele ir ligada a las pérdidas de peso drásticas es la incompatibilidad con mantener una vida social normal. La nutricionista Judit López afirma a ICON que la ansiedad es uno de los efectos secundarios más comunes, pero no el único. «Se produce una pérdida de la concentración y el ánimo se vuelve irascible y depresivo», señala. Álvaro Sánchez coincide: «Nunca es recomendable hacer dietas demasiado restrictivas. Además de producir pérdida de nutrientes y de masa muscular, aumentan el riesgo de sufrir trastornos de la conducta».
El propio Phoenix reconoce que limitar tanto su alimentación hizo que durante los meses de rodaje tuviera la sensación de que perdía el control de sus actos. «Comer poco me afectó psicológicamente. Uno empieza a enloquecer cuando pierde esa cantidad de peso en tan poco tiempo», ha confesado Phoenix. Judit López confirma el peligro que conllevan estos cambios físicos tan drásticos. «Las personas que se someten a dietas hiperrestrictivas tienden a volverse obsesivas y monotemáticas. Esto dificulta las relaciones sociales y hace que se vuelvan más introvertidas», afirma la especialista.
Esta introversión aparece entre otras cosas como método de defensa con el fin de evitar la tentación, el gran enemigo de cualquier ser humano a régimen. Incluido Joaquin Phoenix. El actor tuvo que luchar contra su pasión por los pretzels (bollo de pan de origen alemán), durante todo el rodaje. «Todd Phillips [director de Joker] traía continuamente pretzels, que me encantan, al plató y su oficina estaba llena de ellos. Le encantan y los llevaba para el resto de la gente. Fue realmente duro tener que contener las ganas de comérmelos», confesó Phoenix, que al principio imaginaba a su Joker como un individuo más fuerte y tuvo sus reservas a la hora de perder tanto peso.
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