Tal vez uno de los mejores ejemplos de lo esencial que es el tempo de la batería en la música de los Stones. Después de una introducción con sonidos percusivos de cencerro (que no le pertenecen), Watts sostiene con precisión quirúrgica desde los tambores la entrada de la guitarra de Keith Richards y de la mano de ambos surge uno de los riffs más perfectos de la historia musical de los Stones y, seguramente, también de todo el rock and roll.
“Tumbling Dice”
Una clase” magistral de beat rockero. La batería de Watts mueve todos los hilos de una canción que compila casi todas las influencias musicales de los Stones. Del blues al country y del rock al boogie-woogie, el tema viaja de estilo a estilo al compás de los exactos y sutiles golpes de Watts en cada una de las estrofas. En una composición que a lo largo de la historia de los Stones tuvo varias versiones (algunas más rápidas, otras más atenuadas), la velocidad y el ritmo dependen de Watts. Es él quien manda y mueve todos los hilos. El resultado es portentoso.
“Paint it, Black”
Un clásico entre los clásicos del repertorio Stone, que logra la paradoja de convertir a Watts en protagonista sin perder ese discreto y silencioso lugar de poderoso respaldo en el fondo de la escena. Como una pared resistente a todo que sostiene todo el edificio, Watts se deja ver y escuchar más de lo habitual con un beat más intenso y veloz de lo habitual que aparece después de otra extraordinaria introducción de Richards. Apoyada en ese sostén indestructible, la voz de Jagger cabalga en todo su esplendor
“Get Off of My Clouds”
Tal vez la demostración más contundente de que la lucidez, la precisión y el control de Watts fueron esenciales en la construcción del mito (y la realidad) de los Stones. Una canción de mediados de la década del 60 en la que el grupo parecía querer llevarse todo por delante, con cada uno de sus integrantes aparentemente concentrados en decir lo suyo sin tener en cuenta a los demás. Esa sensación es completa cuando nos damos cuenta que Watts, desde atrás, logra mantener una integración que parecía extraviada con el admirable control de la base rítmica, aceleraciones y frenos incluidos. Parece que sale en busca de sus compañeros y los encuentra a cada momento, cuando cada uno parece irse por su lado.
“Start Me Up”
Alguien definió inmejorablemente a Charlie Watts como “el baterista más tolerante de la historia del rock and roll”. Esta canción, una de las que mejor identifican desde siempre a los Stones, lo justifica como ninguna otra. Sobre todo cuando se interpreta en vivo. Jagger lleva al extremo su histriónico despliegue, Richards se divierte ensimismado en sus riffs, Wood va de un lado al otro como si estuviera jugando. El único que parece tomarse en serio todo, imperturbable, es Watts. Nos está diciendo que si no estuviese allí, imperturbable, con ese latido constante, atento, perfecto nada sería igual.
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