Miami es la ciudad por excelencia del Super Bowl. No en vano se han realizado ya diez ediciones de la final de la NFL en la ciudad del sol y este domingo 2 de febrero el Hard Rock Stadium verá otro desenlace más.
El portal milenio realizó una nota donde refresca el porqué este lugar ha sido la sede predilecta el encuentro final de fútbol americano estadounidense, entre la atmósfera del diseño de los estadios colegiales y el envidiable clima del sur de la Florida en los primeros días del año, son uno de los motivos más importantes para hacer de Miami en la opción ideal para que el partido.
Fue en enero de 1968 cuando el espectacular encuentro descubrió su verdadero hogar. Los Green Bay Packers vencieron 33-14 a los Oakland Raiders en el Super Bowl II ante 75 mil espectadores que abarrotaron el mítico Orange Bowl, un año más tarde se volvió a disputar allí y luego en el 71.
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Destacan en la nota que el Orange Bowl tenía ‘una magia particular, que fue parte de los mayores éxitos de los Huracanes de la Universidad de Miami de 1937 hasta 2007 y también de las glorias de Don Shula, antes de que los Delfines se mudaran al entonces llamado Estadio Joe Robbie. Hoy Hard Rock, por motivos de patrocinio’.
Miami se mantendría como una constante, pero fueron apareciendo otras sedes como Nueva Orleans (con el estadio Tulane y más tarde el Super Dome), Tampa Bay y San Diego, además de Los Ángeles y Pasadena, que se volvieron otra opción constante.
El condado de Miami-Dade recibiría entonces el Super Bowl X y el XIII, que marcarían un hito en la historia de la liga, pues enfrentaron a los dos equipos con mayor popularidad, justo en los años en los que ambas franquicias construían su legado. Primero, Chuck Noll vencería a Tom Landry desde el banquillo por un marcador de 21-17 en enero de 1976 y repetiría la dosis tres años más tarde en un espectacular partido, que representaría el tercer título de la dinastía de los Acereros y sería el último Super Bowl para el Orange Bowl.
Después de Montana, el Joe Robbie se mantuvo como la casa de las leyendas pues Steve Young, John Elway, Peyton Manning y Drew Brees se coronarían entre 1995 y 2010. Pero ni la infraestructura hotelera, o sus espectaculares playas serían factores para convencer al actual comisionado de la NFL.
Nota de milenio
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