Los guardaespaldas de Britney Spears permitieron a los paparazzi que tomaran las famosas fotografías de la estrella en su punto más bajo, revela el nuevo documental “Britney Spears: Breaking Point”, que profundiza en el devastador período de 14 meses cuando la “Princesa de Pop” llegó al límite. El 2007 fue el peor año de su vida. Para ese momento Spears tenía 25 años, dos hijos, un divorcio en proceso y el peso de la fama.
Esther Tognozzi, propietaria del salón donde Britney se afeitó la cabeza en febrero de 2017, reveló que las personas que tenían que protegerla fueron quienes la traicionaron y la dejaron expuesta ante el mundo. De acuerdo a Tognozzi, aceptaron sobornos de los fotógrafos que estaban fuera de la tienda para que lograran obtener las imágenes del momento en que la estrella de la música se rapaba su cabello. Tognozzi, que estaba cerrando su salón de Los Ángeles cuando Britney entró, explicó: “Tenía dos guardaespaldas, supuestamente vigilando para asegurarse de que los paparazzi no estuvieran tomando fotos y uno de ellos seguía abriendo las persianas», dijo Tognozzi al Daily Mail.
La peluquera dijo que Spears entró en el establecimiento y le pidió que la rapase. Ante la negativa de la mujer, Britney tomó la afeitadora y lo hizo ella misma. Antes de irse, le dijo: “Mi madre va a estar muy molesta».
Era momento de tomar medidas drásticas y Spears pasó un mes en una clínica psiquiátrica, donde fue diagnosticada con un cuadro de bipolaridad. Se retiró de allí voluntariamente a las 24 horas. Pocos días después, la cantante volvió a estar en el ojo público cuando apareció en la casa de su ex esposo, con la intensión de ver a sus hijos. Al no tener respuesta por parte de Kevin Federline, perdió el control.
Nube tóxica en Nueva Delhi: Piden a la población no salir a la calle por la peligrosa contaminación
Ya sin su cabello rubio y harta del acoso de los periodistas, tomó un paraguas y descargó toda su rabia contra el vehículo de unos de los paparazzi.
Mientras tanto, el jefe del estudio de danza Robert Baker le dijo a The Mirror que el padre de Spears, Jamie, es probablemente la razón por la que la cantante sigue viva hoy después de sus episodios psiquiátricos. “Conozco a Britney desde 1998. La vi en el apogeo de su fama y la vi luchando cuando las cosas se pusieron difíciles”, recordó Baker. “Ella estaba fuera de control. Estaba pasando por el peor momento de su vida y necesitaba ayuda. Su padre intervino y le dio la ayuda que necesitaba. Si no lo hubiera hecho, las cosas podrían haber sido muy diferentes. Hoy no estaría entre nosotros».
En los últimos años, James ha sido acusado de tratar de ejercer demasiada influencia sobre su hija, de quien tiene la tutela legal desde 2007.
Pero Baker ha descartado esas sugerencias, insistiendo en que hizo todo lo posible para proteger a la cantante mientras ella estaba bajo su custodia después de su colapso.“Todo lo que vi fue un padre amoroso y protector que quería asegurarse de que estuviera a salvo”. También afirmó que la voz detrás Toxic no estaba lista para el estrellato. ”Nadie realmente podía prepararla para la máquina de la fama. Una vez entró al estudio y me dijo: ‘Soy la persona más solitaria del mundo'».
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.