A una semana de que ocurrió la mayor tragedia en la historia del Metro de la Ciudad de México, hasta el momento, no hay ningún cese de funcionarios, renuncias y mucho menos, algún responsable detenido por el accidente en la Línea 12 que se ha cobrado la vida de 26 personas y ha dejado a más de 70 con lesiones, algunas de ellas graves que los tienen debatiéndose entre la vida y la muerte, mientras que otras más, quedaron con alguna limitación física de por vida.
La insensibilidad y la resistencia de las autoridades de la capital del país para remover o pedir la renuncia de Florencia Serranía, directora del Metro, ha causado indignación entre la clase política nacional y la población, la cual se volcó en las redes sociales para exigir justicia y castigo a los culpables.
A manera de justificación para no quitarla del cargo, la Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, ha dicho que debe hacerse una investigación y un peritaje que determinen lo que ocurrió, antes de señalar a posibles culpables.
Sin embargo, pareciera que Sheinbaum Pardo no ha tomado en cuenta que no solo se trata de la peor tragedia en la historia del Sistema de Transporte Colectivo -el más importante del país-, sino que además, desde la llegada de Serranía Soto al Metro, se han presentado los peores accidentes en el transporte que diariamente transporta a 4.6 millones de personas. La protección ha sido total, sin importar el sangriento saldo.
Aunque el Partido Acción Nacional (PAN) presentó una denuncia de hechos ante la Fiscalía General de la República (FGR) contra Marcelo Ebrard (ex jefe de gobierno que mandó construir la línea 12), Claudia Sheinbaum (actual gobernante de la CDMX) y Florencia Serranía; hasta el momento, no hay ninguna autoridad detenida.
Ahora, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, Morena, ha enfocado sus esfuerzos para deslindar a sus militantes de cualquier señalamiento. La noche del martes 11 de mayo, la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional en la Cámara de Diputados presentó una solicitud de desafuero de Miguel Ángel Mancera, quien también fue jefe de gobierno de la capital del país (2012-2018) y es señalado como uno de los principales responsables del colapso de la Línea 12.
El senador de la República reaccionó en su cuenta de Twitter. Aseguró que está dispuesto a declarar.
“Respecto al punto de acuerdo solicitado por una legisladora federal de Morena, como lo dije antes: estaré atento al resultado de los peritajes y lo que requieran las autoridades competentes para esclarecer los hechos. No es tener fuero, es si se hicieron las cosas bien o no”, enfatizó Mancera Espinosa.
Aunque el gobierno federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador, intenta deslindar a sus políticos preferidos rumbo a la sucesión presidencial de 2024 (Ebrard y Sheinbaum) de la tragedia ocurrida en la Línea 12, la exigencia de justicia prevalece.
Marisol Tapia, madre de Brandon Giovanni Hernández Tapia, el niño de 12 años que falleció en el accidente de la Línea 12 del Metro, prepara una denuncia penal en contra del gobierno de la Ciudad de México, el Sistema de Transporte Colectivo Metro y contra quien resulte responsable por los delitos de homicidio doloso, omisión del servicio y uso indebido del servicio público.
Marisol también solicitó la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para el desarrollo de las Américas (CIDHPDA) a fin de que coadyuve en la defensa y el litigio que sostendrá contra la administración pública por el mal servicio que ha recibido desde que ocurrió el accidente el pasado 3 de mayo.
L12: la Línea de la tragedia
Desde que se anunció la construcción de la Línea 12 del Metro, la llamada “Línea Dorada”, estuvo envuelta en la polémica. Aunque la finalidad era conectar el Oriente de la capital del país (la zona menos desarrollada de la Ciudad de México) con el surponiente, el proyecto, edificación y operación fueron severamente cuestionados.
El plan original contemplaba 23 estaciones, a lo largo de 24 kilómetros y sería completamente subterránea. Su costo estaba proyectado en 13,000 millones de pesos.
Sin embargo, el proyecto fue modificado. Llevaría una parte elevada, lo cual fue motivo de polémica, ya que intervendría la avenida Tláhuac, la cual es angosta, y se preveía, causaría caos vehicular en esa parte de la ciudad. Además, también se expropiarían miles de construcciones y predios para poder llevar a cabo la construcción, y aunque hubo protestas, el nuevo diseño se mantuvo, argumentando que sería menos costoso.
La construcción de la Línea 12 inició en julio de 2008 y estuvo a cargo de ICA-Carso-Alstom, las cuales obtuvieron el contrato para la realización de la obra civil y electromecánica, por lo que cobraría 17,500 millones de pesos, en lugar de los 19,500 millones de pesos que propuso el consorcio.
En tanto que la empresa española CAF (Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles, fabricante de gran material móvil de algunos metros como el de Madrid, Barcelona, Washington D.C, Roma, Hong Kong, etc) sería la encargada de la elaboración de los trenes de rodadura férrea y los servicios de mantenimiento, equipamiento, refacciones y readecuación de los talleres, por un monto de casi 1,600 millones de dólares.
La obra tardó cuatro años y fue inaugurada el 30 de octubre de 2012, 10 meses posteriores a la fecha contractual pactada. Inició su marcha en la estación Parque de Los Venados, con 20 estaciones a lo largo de 26 kilómetros que abarcan las alcaldías Tláhuac, Milpa Alta, Iztapalapa, Coyoacán, Xochimilco (desde Tulyehualco), Benito Juárez, y Álvaro Obregón.
Pero desde el inicio de sus operaciones, la Línea Dorada evidenció que estaba mal construida, además de una errónea elección en el tipo de trenes cuyas ruedas ocasionan un desgaste constante en las vías, así como malos materiales.
Al término del mandato de Ebrard (diciembre de 2012) y ya con Miguel Ángel Mancera como jefe de gobierno, se destapó la corrupción que envolvió a la Línea 12, la cual terminó costando 47,000 millones de pesos (poco más de 2,000 millones de dólares USD). El quebranto a las finanzas de la capital del país fue tal, que Marcelo Ebrard se fue de México y se autoexilió en Francia.
La mala construcción derivó en el cierre de la mitad de la línea, el cual se extendió por 20 meses y fue hasta noviembre de 2015 cuando se abrieron el resto de las estaciones. En el acto de puesta en marcha, el gobierno local informó que había 86 indagatorias por las fallas en la obra. En total, 46 funcionarios estaban involucrados y 12 tenían imputaciones penales. Pero, ni Marcelo Ebrard ni Mario Delgado, exsecretario de finanzas y quien avaló el sobrecosto de la línea, fueron imputados.
Menos de dos años después de haber reabierto, la Línea 12 presentó daños en diversas estructuras a causa del sismo del 19 de septiembre de 2017. Aunque la administración de Miguel Ángel Mancera aseguró que se hicieron todas las reparaciones y reforzamientos pertinentes, vecinos de la zona alertaron del peligro que representaba la línea. Pero nadie escuchó.
Fue hasta que la noche del 3 de mayo de 2021, los temores se volvieron realidad. Minutos después de las 22:00 horas, una “ballena” del tramo elevado de la Línea 12 del Metro, entre las estaciones Tezonco y Olivos, se vino abajo junto con dos vagones en los que viajaban decenas de pasajeros.
Los escombros y los vagones que cayeron sobre la avenida Tláhuac, sepultaron también a varios automóviles que circulaban en esos momentos por la zona, una de las más marginadas de la Ciudad de México.
Las primeras imágenes grabadas con las cámaras de los celulares, se reprodujeron en los medios de comunicación y en las redes sociales, desde donde cientos de usuarios comenzaron a exigir justicia y a señalar a presuntos culpables de la tragedia. De inmediato, surgieron nombres de los presuntos responsables: Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera; ambos, exjefes de gobierno de la capital mexicana. Luego vinieron los de Claudia Sheinbaum y Florencia Serranía.
Sheinbaum Pardo llegó a la zona de la tragedia momentos después de que ésta ocurriera, e insistió una y otra vez que se realizaría una investigación para determinar las causas del accidente. Y aunque aseguró que las víctimas y sus familias tendrían toda la atención de las autoridades, el paso de las horas y los días evidenció lo contrario.
Con el correr del tiempo, la tragedia tomó nombre y rostro: 26 personas perdieron la vida, mientras que 78 más resultaron heridas, muchas de ellas de gravedad.
Uno de los casos más emblemáticos de la tragedia fue el de Brandon Giovanni, un niño de 12 años que viajaba con su padrastro en el tren accidentado.
Durante casi 24 horas, su madre, Marisol Tapia, lo buscó afanosamente. Incluso, puso una denuncia por la desaparición de su hijo. Recorrió hospitales e incluso consultó a las autoridades para saber si el niño estaba entre las personas fallecidas. Pero no obtuvo respuesta.
Fue hasta la noche del 4 de mayo que Marisol recibió la noticia que más temía: su hijo estaba muerto. Sin embargo, tardó casi dos días en que le entregaran el cuerpo de Brandon Giovanni, ya que el Instituto de Ciencias Forenses (Incifo) le informó en varias ocasiones que no tenían el cadáver de ningún menor de edad.
Pero además, el acta de defunción de Brandon Giovanni establece que la hora de su fallecimiento fue a las 22:00 horas, mientras el Metro lo reportó a las 22:20 horas. Con esta diferencia en las horas del accidente y la muerte del niño, Marisol no podría tener acceso a la indemnización económica que ha prometido el gobierno capitalino.
Aunque Claudia Sheinbaum aseguró el pasado 8 de mayo que los familiares de los fallecidos por el incidente en la Línea 12 recibirán alrededor de 650,000 pesos, se haría un primer pago de 50,000 pesos para “los gastos inmediatos”. Pero hasta el momento, los familiares no han recibido la ayuda.
“Ellos tienen el derecho económico a la indemnización del Metro, el Metro formalmente en su póliza tenía un apoyo de 350,000 pesos a los deudos, a los familiares”.
“Se le solicitó al seguro a partir de un proceso de que este momento era muy pequeño, que tenía que elevarse, y hasta el momento en este trabajo de conciliación es que al menos será de 650,000 pesos por la póliza del Metro”, apuntó.
Adicionalmente, agregó la mandataria, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas diseñará un esquema integral de apoyos a los familiares de los fallecidos, tomando en cuenta su situación en particular, a fin de que accedan a servicios de salud, empleo y educación.
Florencia Serranía, el rostro de la impunidad
En los últimos días, a Florencia Serranía Soto, la actual directora del Metro, pareciera que se la tragó la tierra. Ya ni siquiera se presenta en las conferencias del gobierno capitalino. Sin embargo, los señalamientos en su contra no paran.
A pesar de que los accidentes más graves del Metro han ocurrido bajo su mandato, aún permanece en su cargo.
Pero además, los propios trabajadores del Metro la acusan de haber colocado a un grupo de jóvenes, sin experiencia ni perfil profesional, en cargos de responsabilidad.
Pese a que el artículo 49 del Estatuto Orgánico del Metro prohíbe que personas sin perfil profesional ni experiencia laboral ocupen cargos de alta jerarquía y responsabilidad, esto no se lleva a la práctica.
El sindicato del Metro acusa que Serranía Soto tiene en puestos clave a biólogos, químicos farmacéuticos o ingenieros industriales.
“Se viene a raíz del despido injustificado de ingenieros que tienen mucha experiencia, capacidad, trayendo personal que no cubre el perfil técnico, profesional, para ocupar estos puestos que son de alta relevancia”, reveló Fernando Espino, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores del Metro en declaraciones a Noticieros Televisa.
Por ejemplo, la dirección de mantenimiento de material rodante se encuentra a cargo de Roberto Clemente Ángeles Mendoza, quien tiene la función de promover la investigación, desarrollo de innovaciones tecnológicas en los trenes, equipos e instalaciones, así como garantizar el mantenimiento y rehabilitación del parque actual de trenes y supervisar la fabricación del nuevo material rodante.
De 37 años de edad, es ingeniero industrial por la UNAM y dice tener 15 años de experiencia en manufactura automotriz, eléctrica, aeroespacial e hidráulica; pero en su currículo, su única experiencia laboral es como manager de comunicación, producción, prensa y marketing en empresas de gestión de energía. Sin embargo, él niega haberse desempeñado en ese puesto.
Ante casos como este, los trabajadores del Metro han interpuesto denuncias en la Secretaría de la Contraloría de la Ciudad de México en contra de algunos funcionarios, ya que aseguran, han provocado una veintena de fallas y accidentes en estaciones del STC.
Sin embargo y pese a todo, Florencia Serranía Soto sigue al frente del Sistema de Transporte más importante de todo el país.
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