Argentina vivió este miércoles una jornada de protestas por la situación de «catástrofe» que vive el país después de las primarias del pasado 11 de agosto, tras las que el dólar se ha apreciado un 29,87 % frente al peso argentino y los precios comenzaron a subir.
«Nosotros entendemos que estábamos viviendo una crisis social y entendemos que lo que pasó a posterior es una catástrofe», señaló a Efe Esteban Marsioni, portavoz del frente popular Darío Santillán, una de las organizaciones que participó en las protestas en Buenos Aires.
La capital albergó la protesta más multitudinaria, que incluyó un corte al tráfico en una de las principales arterias de la ciudad y una concentración frente al simbólico Ministerio de Desarrollo Social, cuyo edificio preside un retrato de grandes dimensiones de Eva Perón, para reclamar medidas al Ejecutivo.
«Hay una política de parte del Gobierno nacional de no tomar medidas frente a la catástrofe social que estábamos viviendo, que teníamos previo al proceso electoral pero que se acentuó mucho más», agregó Marsioni.
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Entre las medidas que reclaman los manifestantes se incluye la aprobación de la emergencia alimentaria y social, que aseguraría el flujo de alimentos y una paga mínima para «miles y miles de familias que no tienen otro ingreso».
En las últimas semanas, el Gobierno de Mauricio Macri aprobó un paquete de medidas destinadas a aliviar la situación del país, como la eliminación del IVA para algunos alimentos básicos, el congelamiento del precio de la gasolina y beneficios fiscales para trabajadores y pymes, aunque desde la organización Darío Santillán consideran que son insuficientes.
«Nosotros lo que decimos es que la política del Gobierno es una aspirina frente a un hachazo que nos han dado en la cabeza. Son políticas que no tienen ningún tipo de impacto en la realidad de la familia», subrayó el portavoz del frente social.
Las protestas de los manifestantes tuvieron también como objetivo al Fondo Monetario internacional (FMI), que el año pasado concedió un crédito de 56.300 millones de dólares a Argentina para paliar la crisis, y que tiene esta semana un equipo de visita en Buenos Aires para analizar la inestabilidad económica poselectoral.
«Entendemos que el principal desestabilizador no somos las miles de familias que estamos acá. El principal desestabilizador es el mercado financiero, el FMI, por eso la consigna de hoy es que la deuda es con el pueblo y no con el FMI», valoró.
Argentina vive una situación de crisis económica desde mediados del año pasado marcada por la fuerte devaluación del peso y una inflación que el pasado julio, último mes con datos disponibles, llegó a una tasa interanual del 53,9 %.
Tras las primarias del pasado día 11, en las que el peronista Frente de Todos obtuvo una amplia victoria sobre el oficialismo que lidera Macri, esta situación se agudizó.
Desde el día posterior a los comicios, hubo una apreciación del dólar del 28,87 % frente a la divisa nacional que se trasladará al próximo dato de inflación mensual, según coinciden analistas y el propio Gobierno, que vaticinó una tasa para agosto superior al 3 %.
Con información de EFE
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