Wilder Manyavilca Silva, alcalde de La Mar, en Ayacucho, ha sido asesinado a balazos tras ser emboscado por un grupo de hombres armados cuando se dirigía, junto a su esposa, Dunia Bustíos, a una localidad de la provincia para participar en un acto de inauguración de las obras de un centro comunitario.
«Ha sido una desgracia», ha lamentado el alcalde del distrito de Aina, Francisco Contreras, quien ha reclamado al Gobierno central «acciones inmediatas» pues «se están desbordando los actos criminales» en la localidad, «muy alejada de Lima».
Por su parte, el presidente de Perú, Pedro Castillo, ha condenado el ataque y ha asegurado que ha dado «instrucciones claras y precisas al Ministerio del Interior para que despliegue todo el personal necesario» de cara a investigar lo ocurrido.
Durante un acto de entrega de dos helicópteros a la Policía Nacional peruana, Castillo ha ofrecido sus condolencias a la familia del alcalde asesinado y ha defendido que, en su Gobierno, «ningún acto criminal quedará impune».
«Asumió el compromiso con la elección unánime de su pueblo y hoy en día ha caído por haber enfrentado este flagelo tan triste con todos los recursos disponibles», ha dicho Castillo sobre Silva, según recoge el diario peruano ‘El Comercio’.
Contreras ha detallado que un grupo de hombres armados ha interrumpido el paso de la camioneta del alcalde Silva y ha descerrajado una veintena de tiros contra sus ocupantes cerca de la comunidad de La Palma, cuando se dirigía a la de Gloria Pata, en el distrito de Santa Rosa.
El resto de ocupantes han resultado heridos, entre ellos la esposa de Silva, en estado grave. Las otras dos víctimas son el asesor de imagen de la provincia y el conductor, herido leve en una mano.