Australia y Nueva Zelanda condenaron este martes el envío de militares de Rusia a las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk, autoproclamadas repúblicas separatistas, con el objetivo de «mantener la paz» y expresaron su apoyo a la integridad territorial de Ucrania.
EFE
«Rusia debería dar un paso atrás. Debería retirarse incondicionalmente a su propia frontera y dejar de amenazar a sus vecinos», dijo el primer ministro australiano, Scott Morrison, recoge la cadena pública ABC.
Morrison, quien advirtió que una invasión «sin sentido» por parte de Moscú a Ucrania tendrá un «coste serio y significativo para Rusia», afirmó que la comunidad internacional no puede permitir «que se utilicen amenazas de violencia para tratar de sacar ventaja en la posición de una nación sobre otras».
Por su lado, la ministra neozelandesa de Exteriores, Nanaia Mahuta, expresó este martes en las redes sociales que «Nueva Zelanda apoya firmemente la soberanía e integridad territorial de Ucrania».
«Las acciones de Rusia violan el derecho internacional y cortan los esfuerzos diplomáticos para encontrar una resolución pacífica», agregó Mahuta.
El anuncio de Putin ha generado de forma inmediata el rechazo y la condena de Estados Unidos, la Unión Europea y otros principales actores internacionales que se están viendo implicados en la crisis de Ucrania y que respaldan a Kiev.
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