El ministro de Salud de Austria, Rudolf Anschober, ha avisado este miércoles de que el país puede entrar pronto en su «fase más difícil de la pandemia» de COVID-19.
Anschober ha revelado que las autoridades sanitarias han detectado 70 casos que son sospechosos de corresponder a la variante del virus hallada en Reino Unido, que se transmite con más facilidad.
Todos los casos están concentrados en una residencia de ancianos ubicada en Viena y entre aprendices de instructor de esquí en los estados de Tirol y Burgenland.
Ahora, las autoridades sanitarias austríacas están centradas en suprimir los brotes y trazar las infecciones para determinar cómo ha podido llegar la variante británica al país.
En este sentido, el Ministerio del Interior ha emitido un decreto que establece el cierre de 45 cruces fronterizos menores con Eslovaquia y República Checa desde este jueves. En Eslovaquia, la mutación del virus ya se está propagando, mientras que República Checa ha experimentado un aumento de los nuevos contagios.
Además, desde este viernes, es obligatorio cumplimentar un formulario ‘online’ para entrar en Austria. Hasta el momento, las autoridades sanitarias austríacas han contabilizado más de 385.000 personas contagiadas de la COVID-19, incluidas cerca de 7.000 víctimas mortales a causa de la enfermedad.
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