La Asamblea Nacional (Parlamento) de Nicaragua autorizó este martes al Ejecutivo a gestionar un préstamo de 185,3 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para hacer frente a la pandemia del COVID-19 y a los daños causados por los huracanes Eta e Iota que azotaron recientemente el país.
EFE
El órgano legislativo autorizó con 75 votos de 92 posibles la gestión del empréstito para financiar el Programa de Atención Médica de Emergencia y el Programa Alimentario de Emergencia, de acuerdo a la solicitud que el Gobierno que preside el sandinista Daniel Ortega hizo al Directorio Ejecutivo del FMI.
El legislador sandinista José Figueroa dijo en el pleno que esos recursos serán proporcionados a Nicaragua en términos concesionales y serán invertidos en atención médica de emergencia y en asistencia alimentaria.
¿DESCONFIANZA EN GOBIERNO?
La diputada opositora Azucena Castillo aseguró en el pleno que el Gobierno nicaragüense hizo esa solicitud de asistencia financiera desde marzo pasado, cuando se detectó el primer caso del COVID-19 en el país, por una cantidad mayor a lo aprobado por el FMI.
Sostuvo que el FMI aprobó un 40 % de lo solicitado y con reservas sobre el uso de los recursos, debido a la desconfianza que existe en el Gobierno de Nicaragua sobre el uso que le pueda dar a menos de un año de las próximas elecciones generales.
«Hago un llamado a la ciudadanía en convertirse en esos auditores sociales para evitar un sesgo partidario con la ayuda», abogó.
El legislador sandinista Wálmaro Gutiérrez dijo que los recursos «serán transparentemente utilizados» y consideró que la crítica de la oposición sobre el manejo del préstamo, es debido a que existe un «sentimiento de ardor o frustración de que a Nicaragua le llegue dinero para la asistencia y para la reconstrucción».
«Antes de venirnos a dar cátedras de transparencia, vayan a revisarse», lanzó Gutiérrez a los diputados del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), colectivo al que señaló de hacer mal uso de la ayuda, cuando eran Gobierno (1997-2002), tras los daños causados por el huracán Mitch (1998).
ONU ACOMPAÑARÁ PROGRAMAS
Los recursos para el Programa de Atención Médica de Emergencia contarán con el acompañamiento de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS); y el del Programa Alimentario de Emergencia con el del Programa Mundial de Alimentos (PMA), según el Ejecutivo.
El viernes pasado, el Directorio Ejecutivo del FMI aprobó una asistencia financiera de emergencia de 185,3 millones de dólares a petición de Nicaragua para encarar «las urgentes necesidades de balanza de pago» debido a la pandemia del COVID-19.
«La pandemia se suma a una recesión de dos años en Nicaragua. Con ingresos considerablemente más bajos y una severa restricción en el financiamiento, la crisis del COVID-19 ha agregado tensión a un panorama macroeconómico debilitado», aseguró el Fondo entonces.
Los fondos, que se utilizarán para cubrir los gastos sociales y relacionados con la salud que se necesitan con urgencia, se desembolsarán a través de la Facilidad de Crédito Rápido y el Instrumento de Financia Rápido, y permitirán catalizar más asistencia de otras instituciones multilaterales, fundamental para cerrar el déficit.
Nicaragua acumula 160 muertos por el COVID-19 y 5.784 casos confirmados, según el Ministerio de Salud.
Por otro lado, el Gobierno estimó en 742 millones de dólares, un 5,93 % del Producto Interno Bruto (PIB) del país, los daños causados por los huracanes Eta e Iota, que los pasados días 3 y 16, respectivamente, azotaron la costa Caribe con categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, de un máximo de 5.
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