El embajador de Venezuela ante el Grupo de Lima, Julio Borges y el embajador del país en Colombia, Humberto Calderón Berti, sostuvieron una reunión este lunes con el Senador estadounidense y líder del Partido Demócrata en el Congreso, Bob Menéndez. Durante el encuentro los diplomáticos denunciaron la persecución, tortura y asesinato contra oficiales institucionales de la Fuerza Armada, haciendo referencia al caso del Capitán de Corbeta, Rafael Acosta Arévalo, quien murió hace unos días en la sede del DGCIM.
“Cuba es hoy quien dirige la estrategia para sostener al régimen criminal de Nicolás Maduro. Ellos han construido un sistema de tortura y represión en el interior de los organismos de inteligencia venezolano, con el objetivo de sembrar terror en los oficiales de la Fuerza Armada y en la sociedad civil. El asesinato del capitán Arévalo es una muestra de eso, al igual que el caso de nuestro hermano Fernando Albán. No podemos permitir más muertes de inocentes”, aseguró Borges.
El coordinador nacional de Primero Justicia también reiteró que la presión de Estados Unidos debe reforzarse sobre la dictadura de Cuba para forzar la salida de sus agentes de Venezuela. Asimismo, destacó que la crisis venezolana no puede ser vista con una perspectiva ideológica, los países y los líderes del mundo deben ponerse del lado del pueblo que sufre las consecuencias del Estado Fallido que dirige Nicolás Maduro.
Por su parte, el embajador Humberto Calderón Berti denunció el asesinato del Capitán Rafael Acosta Arévalo y pidió que Estados Unidos acelere medidas contra la dictadura de Maduro. Aunado a ello, el diplomático advirtió sobre el crecimiento de la migración venezolana y el drama que viven quienes deciden huir del país en busca de alimentos y medicinas.
El senador Bob Menéndez ratificó el compromiso de los Estados Unidos y aseguró que se tomarán las acciones necesarias para lograr la salida del régimen, el cual de acuerdo con Menéndez es un peligro para toda la región por sus vínculos con grupos armados y el narcotráfico. Por último, aseveró que la relación entre Maduro y Cuba es hoy una preocupación que comparten tanto demócratas como republicanos.