El primer ministro británico, Boris Johnson, y el presidente francés, Emmanuel Macron, expresaron este viernes su deseo de «revitalizar» las relaciones bilaterales entre el Reino Unido y Francia, empañadas en los últimos años por el Brexit y las pugnas sobre pesca e inmigración en el canal de la Mancha.
En su primera conversación desde que Macron ganó las elecciones presidenciales del pasado 24 de abril, Johnson felicitó al francés por su victoria, según informó en un comunicado una portavoz de Downing Street, su despacho oficial.
Ambos líderes se mostraron de acuerdo en trabajar juntos para «afrontar problemas comunes como el coste de la vida, amenazas de estados autocráticos y la seguridad energética global», detalló ese portavoz británico.
Pactaron asimismo incrementar la coordinación para establecer sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania, así como para mejorar el respaldo económico a Kiev.
Durante la charla con Macron, Johnson se mostró contrario a «cualquier negociación con los rusos en términos que otorguen credibilidad a la falsa narrativa del Kremlin sobre la invasión», describió su portavoz.
Los dos mandatarios compartieron su preocupación por el incremento de los precios de la energía y la alimentación, y convinieron trabajar a través del G7 para «mitigar el impacto» de ese escenario en su países.
Abordaron asimismo el polémico Protocolo para Irlanda del Norte, incluido en los acuerdos del Brexit, que el Reino Unido amenaza con dejar de aplicar de manera unilateral si la Unión Europea (UE) no se aviene a renegociarlo.
Johnson recalcó sus «serias preocupaciones» sobre el impacto del protocolo, que impone controles aduaneros entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido, y subrayó que son necesarios «cambios significativos» para salvaguardar la «paz y la estabilidad» en la región. EFE
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