El ministro de Salud interino, Eduardo Pazuello, un general del ejército, autorizó las nuevas directrices después de que dos médicos cualificados dejaron el cargo bajo presión para promover el uso temprano de la cloroquina y la hidroxicloroquina.
Reuters
Los expertos médicos advierten que los estudios no han confirmado la eficacia de los fármacos en el tratamiento del nuevo coronavirus, entre ellos Marcos Espinal, director de enfermedades transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud.
“Nuestras recomendaciones son muy claras en cuanto a que no deben usarse todavía y de hecho los estudios están sugiriendo un mayor índice de efectos secundarios y problemas cardiológicos en las personas que lo usan”, dijo Espinal a periodistas en una sesión informativa el martes.
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Bolsonaro ha impulsado el potencial de los medicamentos junto con su aliado ideológico, el presidente de Estados Unidos Donald Trump, quien afirmó esta semana que tomaba hidroxicloroquina de manera preventiva pese a una advertencia de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos.
Las directrices federales de Brasil habían citado anteriormente las drogas sólo como un tratamiento no probado para los casos graves de la enfermedad respiratoria COVID-19 causada por el nuevo coronavirus.
Las nuevas directrices sugieren la dosis de los antimaláricos junto con el antibiótico azitromicina al comienzo de los síntomas. Los pacientes tendrán que firmar una renuncia reconociendo los posibles efectos secundarios causados por el medicamento.
La evolución de la postura de Brasil se produce cuando Bolsonaro también ha sido criticado por restar importancia a la pandemia y por oponerse a las órdenes de aislamiento social de los gobiernos de los estados del país.
Bolsonaro volvió a defender el miércoles el uso de la cloroquina. “Todavía no hay comprobación científica, pero está siendo monitorizada y usada en Brasil y el mundo. Además, estamos en guerra: Pero que ser derrotado es la vergüenza de no haber luchado”, escribió en Twitter.
El número de muertes diarias en Brasil por el brote saltó a un récord de 1.179 el martes, con más casos confirmados que cualquier otro país excepto Rusia y los Estados Unidos.
Reuters
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