Carteles internacionales de la droga han iniciado operaciones para mudar las plantaciones de hoja de coca a los laboratorios para el refinamiento de la cocaína más cerca, a Honduras.
Por Primer Informe
Entre enero y noviembre de 2020, autoridades hondureñas desmantelaron 15 campamentos para el procesamiento de cocaína y destruyeron cerca de 346.500 plantas de coca. En total, eran 41 hectáreas en los departamentos de Yoro, Olancho y Colón.
La DNPA reportó el hallazgo de 10 laboratorios y 331.500 plantas de coca, mientras que la DLCN ha registrado 5 laboratorios y al menos 15.000 arbustos.
La complejidad logística de dicha operación tiene alcances internacionales. Los carteles de mexicanos están proporcionando financiamiento y recurso humanos para establecer los sembrados de coca y los laboratorios.
Al mismo tiempo, personas provenientes de Colombia viajan a Honduras para transmitir el conocimiento técnico para el procesamiento de la cocaína.
Los intentos para implementar de forma extensiva el cultivo de la coca en el país centroamericano datan, al menos, del año 2014. Tras años de experimentar con operaciones pequeñas, para que las plantaciones se encuentran en expansión.
Para los carteles de México se trata de una apuesta económica que rendiría grandes frutos. Tener los cultivos y los laboratorios más cerca reduciría costos y acortaría las cadenas de suministro a los grupos criminales.
La instalación de laboratorios para el procesamiento de cocaína se hace con la asesoría de técnicos provenientes de Colombia.
Ya Honduras tiene extensas plantaciones de marihuana desde hace mucho tiempo. La irrupción de la coca podría evidenciar la participación de carteles internacionales de Guatemala, Colombia y México.
Todos los indicios señalan que el Cartel de Sinaloa ha tenido alianzas con traficantes hondureños.
Sin embargo, no se puede desestimar la participación de grupos criminales locales e incluso de funcionarios públicos en ese país es fundamental para la transformación del país en un productor de cocaína.
Honduras siempre ha sido mejor conocida como un punto de tránsito para la cocaína que se trafica por vía aérea y marítima a lo largo de sus regiones remotas costeras, selváticas y montañosas.
Los mismos grupos “transportistas” que reciben, almacenan y transportan narcóticos con destino a Estados Unidos también pueden estar experimentando con cultivos de coca y producción de cocaína.
Sin duda fueron “Los Cachiros“, un grupo narcotraficante local, el que controlaba el territorio en que se hallaron los primeros laboratorios de cocaína en Honduras.
Desde la captura y extradición de los cabecillas del grupo a Estados Unidos en 2014 y 2015, ha surgido evidencia importante de que funcionarios y políticos de alto nivel protegieron no solo los cargamentos de droga, sino también las instalaciones de producción.
Con información de Insight Crime.
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