China calificó este miércoles de “mentiras absurdas y descaradas” las acusaciones del secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo según las cuales Pekín “comete un genocidio” contra los musulmanes uigures en la región de Xinjiang (noroeste).
La portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino Hua Chunying acusó además a Pompeo de fabricar hipótesis “sensacionalistas falsas”, a pocas horas del final del mandato del presidente Donald Trump.
La cuestión uigur es uno de los muchos puntos de fricción entre Pekín y Washington junto al covid-19, Hong Kong y Taiwán. Un enfrentamiento al que el secretario de Estado norteamericano dio aires de nueva Guerra Fría.
“Estos últimos años, Mike Pompeo difundió un número incalculable de mentiras e ideas perniciosas. Esta acusación de un supuesto (genocidio) es solo una de sus mentiras absurdas y descaradas”, denunció la vocera.
Según expertos extranjeros, más de un millón de uigures están o han estado detenidos en campos de reeducación política de Xinjiang, región colocada bajo estrecha vigilancia policial.
Pekín afirma que se trata de centros de formación profesional destinados a brindarles un empleo y a alejarlos del extremismo tras una serie de atentados mortíferos atribuidos a separatistas e islamistas uigures.
“Si se permite al Partido Comunista chino cometer genocidio y crímenes de lesa humanidad contra su propio pueblo, solo se puede imaginar lo que tendrá el valor de hacer al mundo libre en un futuro no muy lejano”, advirtió Mike Pompeo.
El sucesor de Pompeo, Antony Blinken dijo que compartía la acusación de “genocidio” contra los uigures.
El futuro secretario de Estado también consideró que el presidente republicano saliente, Donald Trump, tenía “razón al adoptar una postura más firme contra China”.
Ante esta firmeza, la portavoz china Hua Chunying pidió el miércoles al nuevo gobierno de Biden que “perciba a China de forma objetiva y racional” y que “tenga un espíritu de conciliación”.
– “Destruir a los uigures” –
Varios trabajos de institutos estadounidenses, basados en interpretaciones de documentos oficiales chinos, testimonios y extrapolaciones, acusan a China de someter a los uigures a esterilizaciones y trabajos forzados.
Por su parte el Instituto Australiano de Política Estratégica (ASPI), un gabinete de investigación del gobierno, también estima, basándose entre otros en imágenes de satélite, que China ha destruido o dañado miles de mezquitas en Xinjiang.
El estudio fue financiado por el Departamento de Estado norteamericano.
“Creo que ese genocidio sigue adelante y que asistimos a un intento sistemático de destruir a los uigures por parte del partido-Estado chino”, dijo Pompeo el martes.
También se refirió a los “crímenes de lesa humanidad” cometidos “desde al menos marzo de 2017” por las autoridades chinas contra los uigures y “otros miembros de las minorías étnicas y religiosas de Xinjiang”.
Los uigures, que son principalmente musulmanes y en su mayoría hablan una lengua túrquica, son uno de los 56 grupos étnicos de China y constituyen poco menos de la mitad de los 25 millones de habitantes de Xinjiang.
El genocidio se define como destrucción total o parcial de un grupo nacional, étnico, racial o religioso.
Los periodistas extranjeros pueden viajar a Xinjiang, pero son vigilados muy de cerca por las autoridades y les resulta difícil confirmar o negar las acusaciones sobre el tratamiento de los uigures.
AFP
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